Yuki Kawauchi
La Maratón de Boston es quizá, en ese circuito, de las grandes a nivel mundial, conocidas como World Maratón Majors y que son New York, Berlín, Tokio y Chicago, la más antigua e icónica. Esta maratón, creada en 1897, un año después de que el Barón Pierre de Coubertin fundara los Juegos Olímpicos, se ha celebrado desde entonces con puntualidad. Cada año buscan acudir a la cita millones de atletas que sueñan con cumplir los tiempos reglamentarios para poder acceder a alguno de los 30.000 cupos que otorgan los organizadores para poder ingresar.
Como toda gran competencia, esta carrera ha sido testigo de muchas historias. Algunas de ellas desafortunadas, como casos de doping, prohibición a las mujeres participar en la competencia décadas atrás. Muy sonado fue el caso de fraude de la famosa atleta cubana Rosie Ruiz, quien ganó la prueba en 1980 con una mejoría de su tiempo de 25 minutos frente a su anterior Maratón, que había sido New York. La cubana fue descubierta cuando se revisaron las cámaras de la competencia y quedó en evidencia que no había pasado por muchos puntos del recorrido, y que se incorporaba de nuevo a la carrera a pocos kilómetros para la meta. Finalmente fue descalificada. Pero también hay historias memorables. Una de ellas sucedió hace apenas ocho días. Yuki Kawauchi, japonés de 31 años, atleta amateur, que lleva una vida normal como empleado público y que empezó a correr maratones en el 2009 alcanzando la increíble marca de 81 maratones terminadas en estos nueve años. De estas, más del 90 % han sido con un tiempo por debajo de 2 horas 20 minutos. Para contextualizar a los lectores, un atleta profesional no corre más de 4 maratones al año por el desgaste físico que produce esta exigente prueba. Este año, Kawauchi, que solo entrena una vez al día y que no tiene entrenador ni patrocinadores, fue el ganador de la Maratón de Boston frente a los africanos que llevaban reinando en la competencia desde 1991 (con dos excepciones 2001 y 2014 que fueron ganadas por Corea del Sur y Estados Unidos). Hay que aclarar, eso sí, que hasta ahora todos los ganadores habían sido profesionales, esto es, personas que viven del deporte, entrenan dos veces al día, descansan, tienen sicólogo, cuentan con alimentación especial.
Muchos expertos ya hablan del tiempo tan alto registrado, es el peor desde 1976, pero también debemos recordar que la inclemencia de la lluvia durante toda la carrera, temperaturas por debajo de cero grados, velocidades del viento en algunos tramos de más de 50 km por hora hicieron de esta maratón una de las más inclementes en lo climático. Independiente de todos los comentarios, el señor Kawauchi acaba de escribir con letras mayúsculas su nombre en la historia del atletismo de fondo. Que un corredor aficionado gane la maratón más importante del mundo por encima de los keniatas y etíopes, que hasta hace una semana parecían indestronables es, sin duda, una hazaña por la que nadie, ni en sus sueños más disparatados, hubiera apostado.
P. D: en damas la victoria fue para la norteamericana Desi Linden, prueba que no ganaba USA desde 1985. Otra hazaña.