La expansión del norte del Aburrá: entre la oportunidad y el desafío
El crecimiento urbano abre oportunidades clave en vivienda, pero también plantea desafíos en movilidad, infraestructura y sostenibilidad.
En el norte del Aburrá la vivienda se construye a ritmo acelerado. Algunos proyectos se extienden por la montaña en busca de altura, otros aprovechan la planicie y quienes viven en casas disfrutan de las interacciones sociales que ofrece la cercanía a la calle.
El Valle de Aburrá concentra el 60 % de la población de Antioquia. Medellín es el municipio más habitado, seguido de Bello e Itagüí, y la población se expande hacia los extremos. En el norte —Barbosa, Girardota, Bello y Copacabana— confluyen nuevas oportunidades y retos. Aunque tres de estos municipios están entre los más pobres del área metropolitana, tienen un gran potencial por su clima, cercanía a Medellín y disponibilidad de suelo.
Potencial en vivienda
Para muchas constructoras el norte de Aburrá se está resignificando. Según datos de La Galería Inmobiliaria, Bello lideró en el último año las ventas de vivienda en la zona con 3.134 unidades. Sus tres estaciones del metro lo acercan al corazón del valle, aunque el crecimiento poblacional exige ampliar su oferta de servicios.
Yenia Rivas, gerente de la Empresa de Desarrollo Urbano y Rural del Norte (Edunorte), cuenta cómo esta entidad ha sido clave en el desarrollo del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de los municipios en estructuración de proyectos, construcción y operación.
Actualmente participan en obras como el rediseño de dos parques en Barbosa, la plaza de mercado y el coliseo de combate de Bello, así como en el mejoramiento de la malla vial de la ciudad y sus veredas, incluyendo el intercambio vial de La Seca, entre otros proyectos que benefician a la comunidad y fortalecen la integración regional.
La constructora Arquitectura y Concreto resalta que la creciente oferta de servicios públicos, educativos y comerciales ha elevado la demanda de vivienda de interés prioritaria (VIP), vivienda de interés social (VIS) y viviendas no VIS en el norte de Aburrá. También influyen factores como el clima, la cercanía a parques ecológicos, las planicies disponibles en Girardota y Barbosa, y los precios competitivos.
Los retos del Aburrá Norte
Diana Catalina Álvarez, profesora de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Pontificia Bolivariana, señala que es necesario repensar las condiciones actuales de construcción de vivienda, especialmente la altura de los edificios, si se busca un desarrollo urbano sostenible.
Álvarez explica que cuando los proyectos son demasiado altos, pueden generar problemas de movilidad por la alta densidad de población, afectar la cohesión social debido al aislamiento en apartamentos y encarecer la llegada de servicios como el agua, lo que repercute en los impuestos.
Otros retos, según Álvarez, son mejorar el transporte hacia Girardota, Barbosa y Copacabana; crear empleos estables en construcción; impulsar la educación ambiental y fomentar la cooperación entre entidades públicas y privadas.
Las constructoras Contex y Arquitectura y Concreto añaden la necesidad de mejorar los espacios públicos y reforzar la seguridad, lo cual, de acuerdo con el informe de Antioquia cómo vamos 2023, debe convertirse en una prioridad para la subregión, junto con la mejora en la oferta de educación superior.
Los retos evidencian que también hay expectativas. Las constructoras esperan seguir desarrollando proyectos de vivienda, algunos de estos con iniciativas de comercio, empresariales, de educación y de salud, mientras las entidades institucionales priorizan proyectos con beneficios sociales y equilibrio ambiental junto a los gobiernos locales.
El reto no es detener el crecimiento, sino dirigirlo con visión. Que el Aburrá Norte no solo crezca, sino que florezca como un territorio pensado para vivir bien.
Conozca los proyectos de vivienda que actualmente se comercializan en el norte del Valle de Aburrá ingresando aquí.