Manos robóticas hechas en Medellín: una solución para 300 mil amputados en Colombia
Esta es la historia de Prótesis Avanzadas, una empresa que con la impresión de manos robóticas en 3D transforma la calidad de vida de cientos de personas.
Todo surgió hace 17 años, por la curiosidad de un joven universitario, quien transitaba por la mitad de su carrera de Ingeniería Electrónica en la Universidad de Antioquia, mientras navegaba por Internet. Entre decenas de páginas visitadas, vio la noticia del lanzamiento de una prótesis robótica en Alemania, y el bombillo de las ideas se le encendió. Este es el comienzo de la historia de Jorge Robledo, el fundador de Prótesis Avanzada, la empresa invitada a la nueva entrega de ¿Qué me funcionó?, miniserie de EL COLOMBIANO en alianza con Ruta N.
¿Cómo comenzaron? Qué pasó luego de ver la noticia de las prótesis robóticas en Alemania?
“Empecé a investigar sobre lo informado y vi una tecnología que estaba creciendo: la creación de manos robots que se las ponían a las personas para impactar positivamente sus vidas. Eso me pareció increíble. Y me puse a revisar qué había en Colombia, en Latinoamérica, y estábamos en pañales. Sí había patentes e investigaciones, pero nadie enfocado en realidad a crear empresas de este tipo. Así que me propuse ser diseñador y productor de estas manos robots.
Durante el tiempo que me quedaba de carrera me enfoqué en materias que me ayudaran a desarrollar robots, es decir, a la robótica, la parte digital, la programación, el diseño electrónico, hasta que, ya al final de mis estudios, llegué a un punto en el que me sentía capaz de crear una mano robótica. Yo ya estaba trabajando en una empresa, pero se me acabó el contrato, y mientras pensaba qué hacer, le saqué tiempo a este proyecto”.
¿Y qué hizo entonces?, ¿cómo comenzó a trabajar en la idea?
“Con el dinero que tenía compré equipos y todo lo que necesitaba, y arranqué en la casa, en mi habitación. Eso fue en 2011. Me puse el objetivo de tener un prototipo a los seis meses, y al cabo de ese tiempo ya tenía algo, pero era una monstruosidad. Estaba muy lejos de lo que quería. Sin embargo, no me rendí y continué”.
¿Qué te ilusionaba en ese camino?
“Yo siempre pensaba que el momento iba a llegar, que alguien iba a usar mi mano robótica. Me imaginaba diciéndoles a las personas ‘¿te falta una mano?, te ponemos una mano robótica’. Me demoré cuatro años para lograrlo, trabajando solo”.
Si le interesa conocer sobre cómo Jorge Robledo diseñó la mano más realista del mercado, vea la entrevista completa a continuación:
¿Y cómo se sostenía?
“Por fortuna conseguí un empleo de medio tiempo con una tía que me lo ofreció. Entonces trabajaba en la mañana de forma remota y en la tarde me dedicaba al proyecto. Los recursos que ganaba los invertía en este”.
¿Qué pasó a los cuatro años de trabajar en el proyecto?
“En 2015 ya tenía un prototipo viable. Y un primo, Juan Gabriel Arboleda, fue el que me impulsó a crear la empresa. Él puso la parte financiera, yo la parte técnica, y fundamos Prótesis Avanzadas. Pero nos encontramos con los primeros obstáculos, como que necesitábamos la verificación del Invima para el desarrollo de este tipo de productos. Todo eso lo fuimos superando”.
¿Ustedes buscaron apoyo de entidades como Ruta N?
“Sí, claro. Ruta N desde el comienzo nos apoyó con asesorías de cómo ser emprendedor, cómo estudiar el mercado, cómo enfocar los recursos. También nos apoyaron en una convocatoria que salió para poder patentar algún tipo de producto. Salimos beneficiados y pudimos patentar la mano”.
“Lo más importante es la resiliencia, aprender de los errores y cómo solucionarlos. Llegar al punto donde la empresa esté funcionando a la perfección toma demasiado tiempo”. Jorge Robledo, cofundador de Prótesis Avanzadas.
¿Qué análisis hicieron del mercado colombiano para estas prótesis?
“Colombia es un país con una alta incidencia de amputaciones de manos. Dar con datos exactos es muy difícil, pero según estudios hechos por el Dane hace un tiempo, hay alrededor de 300 mil personas con esta situación. Parecen pocas, pero no lo son. Muchas personas necesitan soluciones... Era difícil llegarles a todas, pero por fortuna contamos con un aliado como la ARL Sura, que nos ha permitido trabajar en conjunto”.
¿Cuántas manos han producido en estos diez años?
“Hasta el momento hemos entregado unas 150 o 160 manos. Podemos adaptarlas según el gusto o la necesidad de la persona. Por ejemplo, tenemos unas para personas que les gusta mostrar que tienen un elemento tecnológico en su cuerpo, como otras de distinto tipo (...) Las personas vienen a Medellín, con ellas hacemos todo el trabajo de adaptación y luego se llevan su prótesis. Han venido de Ecuador, Venezuela, Panamá, Puerto Rico...”.
¿Y cómo han resuelto la parte estética de las manos robóticas?
“Hay una empresa en Medellín llamada Más Capacidad, que se encarga de la parte estética. Ellos desarrollan el guante que se siente como si fuera piel real. Yo puedo decir que esta mano es la más realista del mercado en este momento, y creo que a nivel mundial”.
La fuerza detrás de las prótesis
Jorge Robledo afirma que una de las cosas que más le ha impresionado en la entrega de las manos robóticas es conocer personas que, aún después de perder sus dos extremidades, tienen la capacidad de desenvolverse y llevar una vida normal, ir al trabajo incluso sin necesidad de tener sus brazos. Cuando llega la ayuda robótica, su calidad de vida mejora, pero no es algo de lo que dependan para que su vida transcurra de forma cotidiana.