Redes Sociales

El arte del perdón y la venganza

La obra Labio de Liebre sube a víctimas y victimarios al escenario. Fabio Rubiano, su director, habló sobre esta.

A mí lo que me gusta es escribir. Tengo una leve obsesión con las bibliotecas grandes y los libros que no me quieran dejar ir.

11 de octubre de 2016

En medio de un país que intenta entender lo sucedido en las últimas semanas, donde las palabras perdón, impunidad, justicia y paz rondan las redes sociales, el actor y director Fabio Rubiano tiene mucho que aportar.

Rubiano fue el invitado al Perfil Tuitero de esta semana, en el que no solo habló sobre su obra Labio de Liebre, sino que compartió su visión sobre la paz y la guerra, y sobre el aporte que el teatro y las artes en general le pueden hacer a Colombia en momentos históricos.

¿Qué está haciendo en este momento de su carrera?

“Lo mismo: escribir teatro, dirigir teatro, y soy uno de los directores de la comedia de Vista producciones Las Vegas, próxima a estrenarse”.

Y también vuelve a Medellín con Labio de Liebre. ¿Qué pueden esperar los asistentes de esta obra?

“Una obra con varios puntos de vista sobre nuestro conflicto. Dejamos que los personajes hablen sin juzgarlos. Una obra con varios puntos de vista sobre nuestro conflicto”.

¿Por qué Labio de Liebre es importante en este momento de la historia nacional?

“El teatro siempre ha estado atento a nuestra historia nacional, ha puesto los conflictos en términos artísticos y ha convertido la barbarie en poesía. Labio de Liebre habla de la memoria, del perdón, de la venganza. Se toma el conflicto como eso: un conflicto, en el que todas las partes (personajes -víctima y victimario-) tienen las mismas garantías para hablar”.

¿Quién es el personaje Labio de Liebre? ¿Por qué la obra lleva su nombre?

“Labio de liebre se les dice a los que tienen labio leporino (médicamente, por cariño o para algunos peyorativo) es un rasgo característico del personaje principal. Eso hace que quien le hizo daño en el pasado, lo recuerde a él y su familia”.

Después de ver la obra, ¿algo cambia en el espectador?, o ¿qué quisiera que cambiara dentro de este?

“Lo primero que queremos es que vean una buena obra, hecha con estándares de calidad. Las funciones pedagógicas, históricas o sociológicas que puedan derivarse de la obra son interpretaciones de cada espectador. Los creadores tenemos un punto de vista; los personajes el suyo propio. No imponemos nada”.

Hablemos un poco de humor, ¿cómo usarlo cuando se tratan temas de dolor o tragedia?

“En una tragedia no hay humor, pero muchas veces sí hay risa. Lo de Juan Carlos Vélez, por ejemplo. Es trágico que haya hecho lo que hizo, y da risa que salga a decir después que no lo hizo”.

Twitter se ha movido mucho en las últimas semanas, ¿qué se escucha más, la venganza o el perdón?

“Por las votaciones del domingo parecía que el país estaba dividido entre los dos escenarios, pero con la potencia de las marchas de los últimos días hay esperanzas. Multitudes que piden la reconciliación en la calle y en las redes”.

¿Tiene el arte (en especial el teatro), herramientas para aportar a esa reconciliación?

“El teatro trabaja sobre el conflicto dramático: fuerzas contrarias que se encuentran. Somos expertos. Creo que en Colombia debemos aprender a discutir, a disentir, a pelear, sin matarnos y sin agredirnos, como en el teatro”.

¿Qué espera de Colombia?, ¿qué querría ver que pasara el siguiente año?

“Gente discutiendo y dialogando en todos lados: cafeterías, plazas, calles, universidades, iglesias, teatros, veredas. Hablando de cómo vamos a construir el futuro, y no de cómo nos despedazamos en el pasado”.