Así se vivió el terremoto en las trajineras de Xochimilco
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Uno de los programas infaltables cuando se va de turismo a la capital de México es visitar las tranquilas, y turbias, aguas de Xochimilco con música de mariachi de fondo.
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Este plan lo realizan a diario cientos de turistas que visitan CDMX que recorren una de las zonas al sur de la capital que muestran el nivel de desarrollo que tuvo la cultura mexica (o azteca) en temas de movilidad y agricultura hace cerca de cinco siglos.
Xochimilco, uno de los lugares más icónicos de CDMX junto otras atracciones como el bosque Chapultepec o el centro histórico. FOTO MATEO ISAZA G.
Los canales de riego de otrora son aprovechados ahora por ciertos de trajineras, barquitos de colores con nombres tradicionales, que guían a los turistas por las aguas en medio de música, botanas y leyendas propias de la cultura mexicana.
Esa tranquilidad del paseo en Xochimilco se vio interrumpida al mediodía de este martes cuando un terremoto de 7,1 en la escala de Richter sacudió el centro de México y se sintió con mucha fuerza en la capital que alberga más de diez millones de personas.
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Tal como lo registró un grupo de turistas, las aguas calmas se convirtieron en segundos en una marejada de olas que asustó a los viajeros y que permite dimensionar un poco la magnitud del temblor de tierra que una vez más ubica a México en el epicentro de la tragedia.