Redes Sociales

Un lugar que se disfruta a bocados

La Twittercrónica recorrió las instalaciones
del nuevo mercado de Medellín.

Periodista en incubación, pero con mucho que cacarear. Trabajo en el área de Interacción y Comunidad. Universidad de Antioquia.

28 de octubre de 2016

Se escuchaban baladas pop de fondo y gente conversando. El espacio, aunque tiene unas chimeneas rojas para extraer los olores, huele a carne, pescado y especias. ¡La Twittercrónica llegó a un lugar pensado para disfrutar de la gastronomía!

Es el Mercado del Río, ubicado en el sector de Industriales, al frente de Ciudad del Río. Por este lugar alguna vez pasó el ferrocarril de Antioquia, pero aquí el viaje se hace es a través del paladar.

El pasado 26 de octubre abrió sus puertas al público esta plaza de mercado que cuenta con 37 locales comerciales, entre restaurantes y tiendas de comida.

“Es como tomar el concepto de la Mayorista y la Minorista, pero traerlo a otro sector de la ciudad de una forma más gourmet”, explicó Carolina Arango, directora Comercial y de Relaciones Públicas de Mercado del Río.

Del campo a la ciudad

Con tomates, zanahoria, lechuga y huevos, esa mañana llegó desde San Antonio de Prado John Hader Henao, representante de las 16 familias que conforman la red de campesinos de este corregimiento de Medellín.

Mientras anotaba un pedido de 30 kilos de pepino, 30 de tomates y 10 de limones tahití que le hizo uno de los locales del lugar, comentó lo que pensaba de un espacio así:

“Para nosotros es muy bueno, porque lo que hacemos es eliminar tanto intermediario que hay y, aunque haya gente que venga a comer y nos compre cualquier cosita, la verdadera oportunidad es venderle directamente a los comerciantes. Claro que una señora me pidió que le llevara el pedido dizque a Envigado y me va a tocar inventármelas”.

Terminando la tarde, John Hader empacó los productos que no vendió y volvió a su finca. Ahora, su nueva rutina seguirá siendo encontrarse con las demás familias campesinas y reunir la cosecha del día, para volver, en la siguiente mañana, al puesto que le asignaron junto a los campesinos de Santa Elena que vinieron a vender flores. Ambos se rotarán el espacio con los demás corregimientos de la ciudad.

El restaurante del barrio

Luis Fernando Agudelo, un habitante del sector, recorrió los locales de comida junto a su esposa y su bebé en un coche.

Al finalizar dijo que le parecía que esta iniciativa dinamiza un sector que tenía una vocación más industrial y que le regresa la vida a esta zona. “Pero nosotros no salimos muy contentos porque pensamos que nos podíamos venir a pie y nos encontramos con que los cruces peatonales de la avenida no son buenos”, agregó este vecino del mercado.

Junto a esta familia, al terminar la tarde, llegaron trabajadores y jóvenes llamados por la curiosidad de un espacio que por fuera parece una estación de tren y se tomó el olvidado Parque de las Terminales.