Más evidencias de agua en Marte
Marte estuvo mojado. Mucho más de lo que se cree, según un nuevo estudio.
Publicado en Nature Communications reporta evidencias de que un mineral en meteoritos marcianos no es una prueba de un ambiente seco en el planeta rojo sino que puede haber sido un mineral con hidrógeno que sugeriría una historia rica en agua.
El estudio fue conducido en el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley del Departamento de Energía de Estados Unidos.
Los científicos que condujeron la investigación, de la Universidad de Nevada, crearon una versión sintética de un mineral con hidrógeno, conocido como whitlockita. Tras experimentos de compresión en esas muestras simulando meteoritos eyectados de Marte se observó que con el choque producido pueden deshidratarse formando merriltia, un mineral común en meteoritos marcianos pero que en la Tierra no se da de manera natural.
“Es importante para deducir cuánta agua pudo haber habido en Marte y si era del mismo planeta y no de cometas o meteoritos”, expresó Martin Kunz, del Laboratorio en Berkeley.
“Si una parte de la merrilita fue whitlockita antes, cambia el contenido de agua de Marte de manera dramática”, en opinión de Oliver Tschauner, quien codirigió la investigación.
Como la whitlockita se puede disolver en agua y contiene fósforo, elemento esencial para la vida, y la merrilita parece ser común en los meteoritos marcianos, eso tendría implicaciones en cuanto a la posibilidad de vida marciana.
La pregunta es si hubo un ambiente favorable para la vida, en palabras de Tschauner.
Las presiones y temperaturas generadas en los experimentos de choque, comparables con las del impacto de un meteorito, solo duraron 100 millonésimas de segundo, de un décimo a un centésimo de lo que dura un impacto de meteorito.
Si son eso se generó algo de merrilita, en la realidad se formaría mucho más.
Las muestras de whitlockita fueron bombardeadas con gas presurizado a velocidades de casi 800 metros por segundo y presiones 363 000 veces mayores de las de un balón de baloncesto, semejando la aceleración requerida para escapar a la gravedad marciana.