La Nasa confirma 6.000 exoplanetas y abre un nuevo capítulo en la búsqueda de vida en el universo
La NASA acaba de confirmar el descubrimiento de 6.000 exoplanetas, un hito que redefine la búsqueda de vida en el universo y acelera la respuesta a una de las preguntas más grandes de la humanidad: ¿estamos solos? Este hallazgo no solo es un récord, sino que abre la puerta a un futuro donde la vida más allá de la Tierra es una posibilidad cada vez más real. Siga leyendo y descubra por qué este anuncio es un antes y un después para la astronomía.
Periodista de medio ambiente. He trabajado en medios como El Mundo (España), El Espectador, Cromos, Arcadia y Canal Trece.
Detectar mundos más allá del sistema solar dejó de ser un ejercicio de ciencia ficción para convertirse en uno de los grandes logros de la astronomía moderna. Así lo confirmó la Nasa con el anuncio de que ya son 6.000 los exoplanetas detectados oficialmente en el universo, tres décadas después del hallazgo del primero alrededor de una estrella como el Sol. La cifra, que no corresponde a un planeta específico sino al recuento acumulado, refleja un ritmo de descubrimientos que no deja de acelerarse y que abre nuevas rutas para responder a una de las preguntas más antiguas de la humanidad: ¿estamos solos?
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El Instituto de Ciencia de Exoplanetas (NExScI), con sede en el Caltech de Pasadena, es la entidad que lleva este registro en nombre de la Nasa. A la fecha, además de los 6.000 confirmados, existen más de 8.000 candidatos en lista de espera. Cada detección pasa por un riguroso proceso de validación antes de incorporarse al conteo oficial, y lo cierto es que no todas logran superar esa prueba. “Este hito representa décadas de exploración cósmica impulsada por los telescopios espaciales de la Nasa, una exploración que ha transformado por completo la forma en que la humanidad observa el cielo nocturno”, afirmó Shawn Domagal-Goldman, director interino de la División de Astrofísica de la agencia, en Washington.
El camino recorrido no ha sido menor. El primer exoplaneta fue identificado en 1995, y en apenas tres décadas los astrónomos lograron multiplicar el número de mundos conocidos fuera del sistema solar hasta el punto de tener una muestra suficiente para comenzar comparaciones. De allí han surgido datos reveladores: mientras en nuestro vecindario la proporción entre planetas rocosos y gigantes gaseosos es equilibrada, en el universo parecen dominar los primeros. Pero también hay sistemas que desafían toda lógica previa.
Entre los 6.000 confirmados existen planetas más grandes que Júpiter que giran más cerca de su estrella que Mercurio del Sol, planetas que orbitan estrellas dobles o incluso ninguna, mundos cubiertos de lava, otros con densidad similar al poliestireno y algunos con nubes de piedras preciosas. Cada caso amplía la imaginación y, sobre todo, la comprensión de los procesos que llevan a la formación planetaria.
Dawn Gelino, directora del Programa de Exploración de Exoplanetas de la Nasa, lo explica con claridad: “Cada uno de los diferentes tipos de planetas que descubrimos nos proporciona información sobre las condiciones bajo las cuales se forman los planetas y, en última instancia, sobre cuán comunes podrían ser los planetas como la Tierra y dónde deberíamos buscarlos”. Es decir, detrás de cada cifra hay un esfuerzo por descubrir patrones, por entender la rareza o la frecuencia de los mundos habitables y por acercarse, aunque sea un poco más, a la posibilidad de encontrar vida.
El avance ha sido posible gracias a técnicas diversas, principalmente indirectas, como el método de tránsito, que consiste en observar la disminución momentánea de la luz de una estrella cuando un planeta pasa frente a ella. Menos de un centenar de exoplanetas han sido fotografiados directamente. El resto se confirma con observaciones complementarias que requieren tiempo y colaboración internacional.
Aurora Kesseli, subdirectora científica del Archivo de Exoplanetas de la Nasa, lo resume así: “Realmente necesitamos que toda la comunidad colabore si queremos maximizar nuestra inversión en estas misiones que están generando candidatos a exoplanetas”.
El futuro inmediato de esta exploración estará marcado por dos grandes proyectos de la Nasa: el Telescopio Espacial Nancy Grace Roman y el Observatorio de Mundos Habitables. El primero probará nuevas tecnologías para bloquear la luz de las estrellas y permitir la observación directa de planetas lejanos, mientras que el segundo se concibe como la gran apuesta para identificar y estudiar atmósferas de planetas parecidos a la Tierra en busca de biofirmas, es decir, huellas químicas que podrían indicar la existencia de vida.
Por último, cabe mencionar que la magnitud del hallazgo de los 6.000 exoplanetas significa que la astronomía ya no se limita a estudiar las estrellas como puntos luminosos en el firmamento, sino que logra reconocer la diversidad de mundos que orbitan alrededor de ellas. Y que, quizás, la respuesta a la pregunta sobre nuestra soledad cósmica ya no está tan lejana.
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- ¿Qué es un exoplaneta y por qué se buscan?
- Un exoplaneta es cualquier planeta que orbita una estrella diferente a nuestro Sol. Los astrónomos los buscan para comprender cómo se forman los sistemas planetarios y, sobre todo, para encontrar mundos potencialmente habitables.
- ¿Cómo se descubren los exoplanetas?
- La mayoría se descubren con el método de tránsito, observando la atenuación de la luz de una estrella cuando un planeta pasa frente a ella. Otras técnicas incluyen la velocidad radial y la microlente gravitacional.
- ¿La NASA ya encontró vida en alguno de estos 6.000 exoplanetas?
- No. Por ahora, el descubrimiento confirma la existencia de estos mundos. El siguiente paso, con misiones como el Observatorio de Mundos Habitables, será buscar “biofirmas” o rastros químicos que puedan indicar la existencia de vida.