La primera píldora anticonceptiva masculina avanza y demuestra ser segura en humanos
En su primer ensayo clínico en humanos, la píldora anticonceptiva masculina sin hormonas YCT-529 mostró un perfil de seguridad favorable, sin efectos adversos graves, según un estudio publicado en Communications Medicine. Aunque aún no se ha evaluado su eficacia para reducir la producción de esperma, este avance marca un paso clave hacia nuevas opciones anticonceptivas reversibles para hombres.
En un laboratorio de investigación biomédica, un grupo de voluntarios sostiene un comprimido diminuto que, de confirmarse su eficacia, podría transformar la historia de la anticoncepción masculina. No contiene hormonas, no requiere cirugía y promete detener de forma reversible la producción de esperma. Su nombre es YCT-529, y acaba de superar su primer ensayo de seguridad en humanos.
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La noticia marca un avance significativo en un campo que, durante décadas, ha ofrecido a los hombres solo dos opciones confiables: el uso del preservativo o la vasectomía. Y aunque ambos métodos han demostrado su utilidad, ninguno ofrece una alternativa oral reversible comparable a la amplia gama de opciones disponibles para las mujeres.
Cómo funciona y qué mostró el primer ensayo
A diferencia de los métodos que dependen de hormonas como la testosterona o la progestina, la YCT-529 actúa bloqueando un paso clave en la producción de espermatozoides. El fármaco impide que un metabolito de la vitamina A, el ácido retinoico, se una a su receptor en las células de los testículos. Esta unión es necesaria para iniciar los cambios en la expresión génica que conducen a la espermatogénesis. Sin este proceso, la producción de esperma se interrumpe de forma temporal, con menos probabilidad de efectos secundarios como alteraciones en la libido, el estado de ánimo o la función sexual.
El ensayo clínico de fase 1, publicado en Communications Medicine, evaluó la seguridad y biodisponibilidad de la YCT-529, pero no su eficacia anticonceptiva. Participaron 16 hombres sanos, todos con vasectomía previa, para eliminar cualquier riesgo de afectar su fertilidad permanente en esta etapa inicial.
Los voluntarios recibieron distintas dosis: 10, 30, 90 y 180 miligramos. En todos los casos, el fármaco mostró una absorción rápida y niveles estables en sangre durante dos o tres días antes de reducirse a la mitad, lo que sugiere que una dosis diaria sería suficiente si se demuestra su eficacia. No se registraron efectos adversos graves relacionados con el medicamento.
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“Realmente necesitamos más métodos anticonceptivos reversibles para hombres”, señaló a Scientific American la endocrinóloga Stephanie Page, de la Universidad de Washington, quien no participó en el estudio, pero ha investigado anticonceptivos masculinos por más de dos décadas.
Lo que viene y por qué importa
YourChoice Therapeutics, empresa desarrolladora del fármaco, ya trabaja en ensayos más amplios (fases 1b y 2a) para evaluar su eficacia y determinar la dosis óptima. Si todo avanza sin contratiempos y las agencias regulatorias como la FDA dan luz verde, podría llegar al mercado en menos de cinco años, y funcionaría así: el tratamiento requeriría tomarse a diario durante unos tres meses para alcanzar el efecto anticonceptivo, y la fertilidad se recuperaría en un plazo similar tras suspenderlo.
En este contexto, cabe recordar que otros métodos anticonceptivos masculinos también avanzan en ensayos clínicos: por ejemplo, el gel NES/T, que combina nestorona y testosterona, está cerca de iniciar fase 3; mientras que el implante de hidrogel ADAM, que bloquea físicamente el conducto deferente como una vasectomía reversible, es otra de las propuestas.
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Así las cosas, la demanda es clara: estudios recientes revelan que más del 70 % de los hombres en EE. UU. y Canadá estarían dispuestos a probar nuevos métodos anticonceptivos, y en Latinoamérica, donde las opciones reversibles para hombres son mínimas, un avance como la YCT-529 podría equilibrar la carga de la planificación familiar y ampliar la autonomía reproductiva.