Tecnología

Estudio demuestra que “ya no podemos diferenciar música generada por IA de la real”

Una encuesta global de Ipsos para la plataforma Deezer reveló que el 97 % de las personas no logra diferenciar entre canciones creadas por inteligencia artificial y temas compuestos por músicos humanos.

Cubro historias de Tecnología, Arte y Cultura en la sección Tendencias. Fui editor en Semana, El País de Cali y Blu Radio. Me apasiona explorar cómo el mundo digital moldea nuestra sociedad.

hace 5 horas

Parece que con el avance de la tecnología, semana a semana, la frontera entre la creatividad humana y la de los algoritmos se vuelve cada vez más difusa.

Según un estudio realizado por la consultora Ipsos para la plataforma de streaming francesa Deezer, el 97 % de oyentes no puede distinguir entre una canción creada completamente por inteligencia artificial (IA) y otra producida por personas

La encuesta fue aplicada a 9.000 personas en ocho países, entre ellos Estados Unidos, Brasil, Francia, Japón y Alemania, y consistió en una prueba a ciegas: dos temas fueron generados por IA y uno era real.

Los oyentes debían identificar cuál correspondía a un artista humano. La mayoría falló. Aunque casi la mitad de los participantes considera que la IA podría ayudar a descubrir nueva música, el escepticismo crece cuando se analiza su impacto en la calidad y autenticidad de la creación artística.

Más del 50 % de los encuestados cree que el uso masivo de esta tecnología derivará en canciones “más genéricas y de menor calidad”, mientras que el 64 % teme una pérdida de creatividad en la producción musical.

Para Alexis Lanternier, director general de Deezer, los resultados demuestran que la audiencia valora saber el origen de lo que escucha: “A la gente le importa la música y quiere distinguir si proviene de un humano o de una inteligencia artificial”, aseguró en un comunicado difundido por la empresa.

El auge de la música generada por IA

Deezer es, hasta ahora, la única plataforma que etiqueta de forma sistemática las canciones creadas íntegramente con inteligencia artificial. Lo hace mediante un aviso visible para los usuarios, una política que busca garantizar transparencia en medio del rápido aumento de este tipo de producciones.

Según datos de la compañía, en enero de 2025 solo una de cada diez canciones reproducidas al día provenía de la IA, pero diez meses después esa cifra ascendió al 34 %, es decir, unas 40.000 pistas diarias.

Aun así, la empresa francesa aclara que las canciones generadas por algoritmos todavía representan una fracción mínima del total de escuchas globales. Su crecimiento, sin embargo, plantea interrogantes sobre la propiedad intelectual, la regulación y la relación entre artistas y tecnología.

Cada avance técnico, desde los sintetizadores hasta la composición algorítmica, ha cambiado el paisaje sonoro, pero nunca antes las máquinas habían alcanzado tal capacidad para replicar las emociones, los estilos y las voces humanas.

Casos como el de The Velvet Sundown, una banda creada con IA que en 2025 superó los tres millones de reproducciones en Spotify antes de que se revelara su origen artificial, ilustran cómo la música generada por algoritmos ya circula sin una distinción evidente.

La plataforma sueca, cuestionada por su falta de transparencia en este campo, anunció en septiembre medidas para exigir a los artistas informar si utilizan inteligencia artificial en sus procesos creativos.

Pero la popularidad de estos proyectos abre un debate que va más allá de la técnica. Para algunos expertos, el riesgo no reside en la herramienta, sino en su uso sin regulación, donde la identidad del autor se diluye y la producción masiva amenaza con uniformar el sonido global.