Tecnología

¿Un teléfono inteligente modular? Así es el Moto Z

Probamos el teléfono de gama alta de Motorola, el Moto Z, primer equipo modular de la marca. Le contamos de qué se trata.

Periodista de la Universidad de Antioquia. Interesado en temas de tecnología y cultura. Disfruto del cine y la música.

10 de enero de 2017

Cuando a comienzo de 2016 se empezó a hablar de los teléfonos modulares con el lanzamiento del LG G5, de LG Electronics, y el Proyecto Ara de Google (ya cancelado), Motorola, ahora una marca de Lenovo, tenía bajo la manga un As que no anunció hasta junio y que tuvo a disposición de los usuario en septiembre, su buque insignia hasta ahora: el Moto Z.

Este teléfono inteligente fue catalogado por la crítica como uno de los mejores celulares Android de 2016. El equipo se hizo merecedor de ese reconocimiento, sobre todo, por ser un teléfono modular, es decir, su diseño permite adaptarle otros dispositivos, denominados Moto Mods, para enriquecer la experiencia del usuario con el equipo (ver análisis).

El Moto Z incluye dos de los Moto Mods, una bocina JBL y la batería. El usuario que quiera tener alguno de los otros debe adquirirlo por un precio adicional. Esta podría ser una desventaja en algunos mercados donde para los compradores obtener el teléfono solo ya es una gran inversión. No obstante, cada uno de los Moto Mods brinda una experiencia única a través del móvil.

Basta solo con acercarlos y por medio de imanes se adhieren al equipo. El altavoz se escucha realmente muy bien, pues JBL es experto en sonido; la batería alarga significativamente la carga del teléfono; El Hasselblad True Zoom logra que el móvil se convierta en una cámara con la capacidad de tomar fotografías con un zoom óptico 10x, de esa manera se logran fotos nítidas a distancia sin que la resolución se vea afectada. Una función que, con sus diferencia en calidad, también tiene por ahora el telefoto incluido en el iPhone 7 plus, competencia del Moto Z.

Por las características del Moto Z, definitivamente pertenece a la gama alta y sus más acérrimos competidores este año, en teléfonos Android, serán el Huawei Mate 9 y el esperado Samsung Galaxy S8, por ahora la disputa se da con las versiones de 2016 de esos equipos.

En cuanto al futuro de los teléfonos inteligentes modulares el panorama es incierto. Sobre el próximo teléfono de LG, el LG G6, se sabe que no será modular como su antecesor. Parece que a la marca no le funcionó la apuesta por ese tipo de diseño.

Por su parte, Google, le dio fin a la idea de sus teléfonos modulares y ahora busca una compañía que lo siga ejecutando, con lo cual espera que sus esfuerzos en móviles se centren en Pixel, el teléfono que presentó el año pasado y que se desconoce si llegará a Colombia.

Con esas marcas por fuera, parece que el futuro de los teléfonos modulares está en las manos de Lenovo con Motorola y su línea Moto Z.

Santiago Villegas Ceballos probó el Moto Z y estas son sus apreciaciones

Como consultor en estrategia digital para compañías en distintas latitudes, mi trabajo me exige estar conectado todo el tiempo: monitoreando medios sociales y fuentes de noticias, editando documentos, realizando presentaciones fuera de la oficina y comunicándome constantemente a través de sistemas de mensajería instantánea o videollamadas. Debido a esto decidí cambiarme a la gama media en móviles: una categoría que, con el primer Moto G, alcanzó un excelente rendimiento con una de las mejores autonomías disponibles en su batería.

Con esto en mente, nunca consideré volver a la gama alta. Hasta que llegó el Moto Z. La promesa de un equipo al que pueden acoplarse accesorios útiles para mi vida cotidiana es muy llamativa: un proyector portátil para mis presentaciones y conferencias (y así renunciar al ChromeCast), un altavoz potente para las videoconferencias en grupo y un lente fotográfico que mejoraría mis fotos de viaje enormemente.

Así llegué, con mucho optimismo, a probar el teléfono insignia en la nueva era Lenovo de Motorola. Desafortunadamente no todo era como esperaba.

Un diseño diferente
A primera vista el Moto Z es un teléfono diseño excepcional: líneas cuidadas, un panel posterior realmente hermoso, un equipo sumamente delgado y liviano (prácticamente no se siente al llevarlo en el bolsillo). Al incluir en la caja un Moto Style Shell (la carcaza trasera), Lenovo corrige inteligentemente un defecto del que sufren muchos de los teléfonos de última generación: una cámara que sobresale del panel trasero, haciendo más factible que sea lo primero que sufra en una caída; es imprescindible usarlo siempre que no se tenga conectado otro Moto Mod.

Adicionalmente la desaparición del puerto de audio tradicional en favor del USB-C constituye una ventaja de diseño que, al mismo tiempo, lo pone en la punta de lanza para conectarse a los más recientes accesorios. Y para los que aún conservamos algún manos libres con conector de audio tradicional, la caja incluye un convertidor de este tipo de conector al mencionado USB-C.

Una falla de diseño, que afecta considerablemente la experiencia de usuario, consiste en la ubicación de los botones laterales del teléfono. Haber puesto el botón de encendido y bloqueo debajo de los de volumen (respecto a sus anteriores teléfono o a los contemporáneos Moto G de cuarta generación)

Una pantalla increíble
La resolución de pantalla y los gráficos de alto rendimiento ponen al Moto Z al nivel de los mejores móviles disponibles en el mercado, algo que se percibe muy bien al correr juegos o videos en alta definición.

Moto Mods para lo que quiera y cuando quiera
Los Moto Mods constituyen la verdadera innovación del Moto Z: poder agregar fácilmente un proyector ¡de hasta 70 pulgadas!, una cámara con un lente semiprofesional, una batería externa o un altavoz JBL a la parte posterior del teléfono y usarlo al instante, sin necesidad de reiniciarlo, son una mejora de años luz a la experiencia móvil de hoy. Esto sin considerar que vendrán muchos más Moto Mods con funciones inimaginables (gracias a su apertura a los desarrolladores) y que además serán retrocompatibles (no se necesitará cambiar el teléfono comprado hoy para usar aquellos que vendrán) hace que la línea Moto Z sea diferente a cualquiera ofrecida por Lenovo y sus competidores.

Cámaras listas para el día a día
Si bien Lenovo (antes Motorola) nunca se ha caracterizado por tener las mejores cámaras, el salto funcional en esta generación es realmente notable. Unas cámaras que ofrecen grabación de video en 4K o slow-motion, flash para tomas frontales (selfis) y dual led en la cámara principal que se adapta al contexto y mejora las tonalidades de la fotografía, posibilidad de personalización casi total de las opciones profesionales y un sistema de enfoque laser ultrarápido hacen que el Moto Z sea un competidor serio en la guerra de la fotografía móvil.

Almacenamiento para lo que quiera y más
Con 64GB de almacenamiento interno y la posibilidad de subir a Google Photos (gratuitamente durante dos años) todas las fotografías y videos tomados con el teléfono en su resolución original, hacen que no se sufra por falta de espacio a la hora de descargar aplicaciones o guardar documentos de trabajo. He instalado y usado más de 125 aplicaciones durante mi prueba sin sufrir ningún problema por memoria en el dispositivo.

El rendimiento general
El procesador de última generación, unido a su generosa RAM y un sistema operativo actualizado a la última versión disponible de Android, hacen que el teléfono funcione al nivel que se espera de un alta gama. Solo he sufrido fallas ocasionales al usar aplicaciones de alta exigencia (como el CardBoard de Realidad virtual de Google). Es importante destacar que, teóricamente y según fuentes externas a la compañía, los Moto Mods permitirán también aumentar capacidades de procesamiento y memoria en un futuro cercano.

La batería
Con una batería con una vida promedio de 7 horas, no es un teléfono con el que pueda sobrevivir una de mis jornadas laborales completa. Lenovo ha solucionado este asunto, como lo hizo con la Moto Shell para le problema de diseño de la cámara, integrando en las cajas el Moto Mod de batería externa Incipio OffGrid; este Mod promete ampliar a más del triple la vida promedio de la batería pero ¿Por qué querría llevar siempre conectado un accesorio que daña la línea de diseño y hace mucho más pesado mi teléfono?

El precio
En el contexto local de los gama alta, sigue siendo una inversión muy alta (sobretodo, creería yo, por los Moto Mods que trae el teléfono por defecto). ¿Podrá ser una mejor estrategia vender el teléfono por separado para bajar su precio? ¿O tal vez permitir que el usuario elija los Moto Mods que vienen en su caja?

En conclusión:
El Moto Z es un teléfono maravilloso para un tipo de usuario muy específico: aquel que encuentra en los Moto Mods un valor agregado suficiente para pasar por alto el que, en el resto de las características, no se diferencie sustancialmente de las otras alternativas de gama alta del mercado. Yo sí que lo usaría, soy parte de ese nicho que ve en un proyector, un altavoz externo y un lente profesional, grandes aliados para la vida cotidiana.