Semilleros, otro paso para el Valle del Software
Medellín aplica el modelo Stem (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática) para enrutar docentes y alumnos a la computación.
Periodista egresado de UPB con especialización en literatura Universidad de Medellín. El paisaje alucinante, poesía. Premios de Periodismo Siemens y Colprensa, y Rey de España colectivos. Especialidad, crónicas.
La oportunidad para maestros y estudiantes de avanzar en el desarrollo de habilidades en áreas de la Cuarta Revolución Industrial, tiene en Medellín un campo abierto a través de semilleros que funcionan en alianzas con diferentes instituciones de educación y fundaciones, en ambos casos tanto a nivel local como internacional.
En la ciudad esta posibilidad la brinda la Secretaría de Educación con el llamado Vivero del Software, al cual pueden tener acceso los 11.500 docentes y 311.000 alumnos de las diferentes instituciones educativas oficiales.
Se hace mediante el modelo Ser + Stem, que busca formar a los jóvenes para que adquieran habilidades en ciencia, tecnología, ingeniería y matemática, lo que les permite a los alumnos de últimos grados y a los maestros ser más competitivos a la hora de enfrentar los retos para encarar la educación superior y su inserción en el campo laboral.
En ese ámbito, funciona con semilleros enfocados en temáticas específicas.
Por ejemplo, los estudiantes de los grados 10° y 11° que hacen parte de la media técnica en Programación o Sistemas de la Institución Universitaria Salazar y Herrera participan en el semillero de programación nivel básico. Desde allí realizan actividades para el aprendizaje de la programación con un enfoque competitivo. Son 14 grupos de 11° y 14 de 10°, entre los cuales hay 8 de mujeres, con tres miembros por grupo.
Según Alexandra Agudelo Ruiz, secretaria de Educación de Medellín, en la ciudad está creado el escenario, “para que los estudiantes desarrollen habilidades a través del Vivero del Software, desde donde se hacen semilleros con universidades como la de Medellín, entre otras”.
Otros ejemplos
Entre los proyectos en marcha está Camino Flexible, que se adelanta a través de la Universidad de Medellín con su Programa de Ingeniería de Sistemas, enfocado en alumnos de media técnica de grado 11°, que pueden cursar clases de Pensamiento Algorítmico y Pensamiento Ingenieril, dos asignaturas del primer semestre. Están vinculados jóvenes de seis instituciones oficiales.
Otro de los semilleros se denomina Jóvenes CreaTivos, que se ejecuta en alianza con Sofka Technologies y la Fundación Rofé. La joven Sara Durango Morales, quien estuvo en este grupo, narró que gracias a esta experiencia pudo vincularse por primera vez al mundo laboral, cuyos ingresos le ayudan para costearse los estudios superiores. Dijo que la incursión de las mujeres en la ciencia y la tecnología es cada vez más una realidad, ya que ellas “han dado el paso para demostrar que son capaces de hacer todo lo que se proponen”.
La docente Diana Parra Urrea, quien ha participado en varios de estos espacios de formación y que hace parte de la Red Maestro Stem, opinó que la importancia de tener este modelo en las instituciones radica en el desarrollo de competencias en pensamiento computacional, es decir, “la capacidad de plantear un problema, de mirar el contexto y resolverlo”