Cómo ser buen amigo en estos tiempos en que no se puede abrazar
La amistad en tiempos de pandemia es posible, solo que, con algunas modificaciones.
Comunicadora social y periodista de la UPB. Amante de los medios de comunicación, los animales y la danza
Un año atrás, pensar en los amigos era algo diferente porque existían esos espacios después del trabajo o de la universidad donde uno podía pasar horas hablando con ese mejor amigo sobre temas que le preocupaban o contando alguna anécdota divertida mientras comían, pero eso ha cambiado con la pandemia. Aunque ya se puede ir a un restaurante, las dinámicas de socialización donde usted podía saludar a esa persona con un abrazo o un beso en la mejilla se han transformado, pero ese lazo puede continuar a pesar de la emergencia.
La palabra amistad es difícil de definir porque para cada persona tiene un significado y connotación diferentes, porque para unos ese vínculo se forma especialmente con la cercanía, pero para otros no funciona de la misma manera. Algunos, solo con una llamada al mes, sienten que su amigo está ahí para ellos. La amistad para el psicólogo Santiago Gualteros, “puede ser definida desde un punto de vista interaccional como un vínculo cercano íntimo y duradero que no tiene una referencia ni sexual ni afectiva, más profundo que el simple interés por el otro. Es decir, nos interesa el otro en su subjetividad, en su individualidad, lo que es”. Incluso, este vínculo puede ser tan grande y sólido, que en algunos casos se puede considerar como algo más. “Cuando se llega a la etapa de la adultez media se considera a los amigos cercanos una forma de familiares”.
Una llamada, de gran ayuda
Las amistades cambian dependiendo del momento de la vida y las circunstancias. ¿Se ha preguntado cómo ser un buen amigo en medio de la pandemia? Tal vez durante este tiempo ha sentido que se ha alejado de ciertas personas o que no sabe cómo acercarse a ellas, pero una llamada de cinco minutos le puede servir de gran ayuda al otro. “Es muy difícil sospechar lo que viven nuestros amigos por el confinamiento, lo que pasa en sus familias, sus preocupaciones, su salud mental. Es por ello que preguntarle cómo se siente, cómo ha vivido esta situación, escuchar de manera empática y dejar la puerta abierta siempre para lo que necesite es importante y hará la diferencia”, comenta la psicóloga Paulina García Moncada.
Aprender es un factor importante en la amistad. A veces la gente se centra en contar sus problemas, sin saber cómo se está sintiendo el amigo. Para Gualteros, “en ocasiones pensamos que como estamos con el otro, tenemos que llenar los silencios con palabras, gestos, caricias, detalles. A veces es bueno dejar un espacio para que la persona simplemente se sienta acompañada, no tenerle miedo al silencio”. En esto concuerda Sebastián Rojas Úsuga, psicólogo y creador de Sonrisas Nuevas. Él menciona que, a veces, solamente sentarse a escuchar o simplemente acompañar en silencio hará que esa persona sienta que su amigo está ahí.
Los espacios personales
La amistad también requiere que, en algunas ocasiones, se le dé al otro el espacio que necesita, no todas las personalidades dependen de lo mismo para sentirse bien. García plantea: “Aprender a dar el espacio implica que se pueden decir las cosas de una manera asertiva, es poder comunicar lo que se siente con claridad, sin lastimar emocionalmente, pero manifestando la voluntad de estar solo”.
Además, es pertinente dejar una puerta abierta para que cuando esa persona quiera estar acompañada, lo diga. En tiempos de pandemia cada quien presenta situaciones diferentes, que de una u otra forma alteran sus relaciones y cómo las vive. Por lo tanto, aceptar las personalidades es primordial, y “si usted se respeta a sí mismo conseguirá amigos que valoren lo que usted es y usted valorará lo que es el otro”, comenta Rojas. En el respeto está la clave para formar lazos más sólidos.
Aproveche la tecnología
Hoy sigue siendo fundamental el distanciamiento físico, pero existen varios medios para mantener viva la amistad. García lo explica: “Aunque la tecnología no reemplaza el contacto presencial, porque de este dependen factores como los gestos o demostraciones físicas de afecto, los grupos de WhatsApp, las videollamadas o los encuentros grupales virtuales les han servido a muchas personas para estar entretenidas y sentirse acompañadas, escuchadas, apoyadas y sostenidas emocionalmente”