Alarma en China por “rebrote”: 92 nuevos casos de covid-19
Son pocos en comparación con los miles que se presentan a diario en Colombia y sus fallecidos se mantienen en cero. ¿Por qué preocupa tanto?
Periodista convencida de la función social de su profesión, de la importancia del apoyo mutuo, la educación y el arte.
Colombia llegó este sábado 30 de octubre a un histórico de 5.000.677 casos confirmados de covid-19. Para acomodar a ese número de personas en el Atanasio Girardot se necesitarían, con el aforo completo, cerca de 112 estadios. Al lunes 1 de noviembre (dos días después) la cifra ya había llegado a los 5.003.977, lo que quiere decir que a la fecha cerca del 9,8 % de la población colombiana ha sido diagnosticada con covid.
Puede parecerle poco: 9,8 % de 100 %, pero quizá le sorprenda saber que China, un país que desde el inicio de la pandemia ha buscado llegar a cero casos, de sus 1.450.220.150 habitantes, 97.320 han sido diagnosticados con la infección, lo que representa tan solo un 0,006 % de su población total.
Colombia y China son muy diferentes, enfatiza Julián Ruiz Sáenz, virólogo de la U. Cooperativa de Colombia. “La mayoría de países hemos tratado de encontrar una convivencia con el proceso de infección, en China desde el inicio se le apostó a una contención completa”. A inicios y mediados de octubre (ver infografía) los casos en el país asiático oscilaron entre 20 y 40 diarios (en Colombia estuvieron por encima de 1.000), con un incremento significativo los dos últimos días del mes.
75 y 92 nuevos casos el 30 y 31 de octubre respectivamente fueron suficientes allá para activar las alarmas, decretar de nuevo confinamiento total en tres ciudades (Lanzhou, Ejin y Heihe) y realizar test masivos.
¿Hay una mejor estrategia?
Su modelo económico, el sistema político y de salud difieren sustancialmente con el nuestro, continúa Ruiz, sin embargo, señala que es posible aprender de una y otra forma de proceder.
Para este punto, Luis Jorge Hernández, médico epidemiólogo y docente de la Universidad de los Andes, explica que hay dos grandes estrategias actualmente: la de mitigación (disminución de casos y severidad) y la de eliminación (objetivo cero casos). “La primera se trata de bajar los casos a lo mínimo, evitando, por ejemplo, que colapsen los servicios médicos, sobre todo mediante la vacunación”. La segunda está orientada a disminuir la transmisión, y por ende, los casos positivos.
Para esto se acude, además de la vacunación, a medidas no farmacológicas (tapabocas, distanciamiento, lavado de manos), aislamiento selectivo, detección oportuna de casos y rastreo de contactos. “A los países se les recomienda la estrategia de eliminación: bajar los contagios al mínimo posible (con objetivo cero). Por eso aquellos que han quitado estas otras medidas han tenido que devolverse”, puntualiza Hernández.
Si bien Colombia ha mezclado un poco de ambas estrategias (recuerde que en un principio estaban las medidas sociales como toques de queda y confinamiento), Andrés Rangel, epidemiólogo de la Facultad de Medicina de la U. de A., señala que el país optó por una metodología orientada a la mitigación.
“Se asumió que íbamos a disminuir los impactos de la transmisión del covid, pero que no lo íbamos a poder detener. La mayoría de los países del mundo, especialmente los continentales, optaron por esta estrategia (mitigar)”, afirma.
¿Por qué una y no la otra? La decisión dependió de factores evidentes como la porosidad de los territorios: si tenían más o menos fronteras, estaban o no rodeados por agua, continúa Rangel, además de aspectos políticos y culturales con respecto a la visión de la pandemia.
Lo que ocurre en China
Ni una sola muerte desde enero de este año, apuntan los datos oficiales. Las autoridades responden con celeridad e ímpetu. Además, tienen una cobertura en vacunación superior al 75 % (Colombia se mantiene en un 61 %). Entonces, ¿por qué hay un “rebrote” en este momento?
Para Pablo Patiño, PhD en Ciencias Básicas Biomédicas y docente de la Facultad de Medicina de la U. de A, puede deberse a distintos factores. El primero de ellos, a la población susceptible (sin vacunar) o con respuestas inmunes débiles. Así, de acuerdo con información recopilada por Agencia EFE, más del 40 % de los contagios de este rebrote son personas mayores de 60 años que, se sabe, pueden presentar caída en los títulos de anticuerpos conforme avanza el tiempo.
El virólogo Ruiz añade que este tipo de repuntes suelen deberse a la movilidad de personas y la presión de las nuevas variantes. “Los datos de estacionalidad (por temporadas invernales o de lluvias) aún no son claros”. Hay pocos estudios que demuestran que están relacionados con el aumento de contagios.
La estrategia de cero casos implementada por China, y países como Nueva Zelanda, puede llevar a que la prevalencia que mide qué tan vulnerable es una población ante un patógeno (por inmunidad natural o por vacunación) sea menor, lo que hace que el impacto sea más fuerte. Distinto es lo que ocurre en países como los latinoamericanos que tienen estrategia de mitigación. Llegar a una prevalencia alta tiene dos vías básicas: vacunación o infección natural. “Vía vacunación es como lo hubiéramos querido. Sin embargo, Latinoamérica es la región en la que ha habido mayor número de muertes por covid. Tenemos alta prevalencia, pero a un costo muy alto”, añade Rangel.
¿Por qué mirar a China?
Desde hace poco más de un mes las autoridades están a la expectativa de un cuarto pico de contagios en Colombia. No obstante, teniendo en cuenta la prevalencia (hay estimaciones, según Rangel, que la llegan a ubicar hasta en un 90 %) es probable que el incremento de casos sea leve y no implique mayor mortalidad o casos severos.
Así mismo, agrega Patiño, ha habido un proceso de vacunación extendido que brinda protección en esos dos sentidos. “De igual modo hay que insistir en que el virus seguirá circulando y puede encontrar personas susceptibles, por eso sigue siendo importante mantener las medidas: tapabocas, distanciamiento y lavado de manos”.
¿La pandemia terminará algún día? Claro que sí. Ninguna pandemia es para siempre, aclara Hernández, “para el primer semestre de 2022 se considera que se pasará a una fase endémica (más control y menos impacto). El virus no se irá, probablemente ocurra como con la influenza”.
¿Se volverá pronto la “normalidad” absoluta? Algunas medidas, añade el experto, es probable que deban mantenerse por más tiempo, por ejemplo, el uso de tapabocas en espacios cerrados, “fue la primera que llegó y podría ser de las últimas en irse”. Además, añade que los Gobiernos deberán limitar la flexibilización de medidas como los aforos y mantener el número de muestras diarias.
“Colombia está en capacidad de realizar cerca de 120.000 tamizajes diarios y está haciendo menos de la mitad, esto debe incrementarse”. Finalmente, Ruiz concluye que teniendo a China como ejemplo es posible tomar referencias. “Sin duda lograr coberturas en vacunación como la de China nos asegurará menos casos graves y menos mortalidad asociada.
Además, hay que avanzar en la vacunación de niños y adolescentes” que, si bien ha generado debates porque no son una población especialmente vulnerable, sí pueden transmitir el virus (probabilidad que disminuye con la vacunación), “entre menos circulación de virus haya, más fácil controlar. Que China tenga, según datos oficiales, cero muertes por covid-19 es un indicador muy bueno”.
El incremento de casos en el país asiático que ha perseguido de manera decidida los cero contagios, le recuerda al mundo que el covid-19 sigue siendo una pandemia, y que por ende, el cuidado y la disminución de riesgos debe seguir siendo lo primordial