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Así funcionan las subastas de carros en Colombia

En Colombia el sistema más común es el de la venta de lotes de vehículos de grandes empresas para que queden en manos de particulares.

29 de agosto de 2020

Ofertar por un auto en una subasta puede ser un proceso muy emocionante, sobre todo cuando es una pieza única, de alto valor histórico, un modelo que ha sido buscado durante años por el comprador o que haya pertenecido a un famoso. En estos eventos llegan a pagarse cifras estratosféricas por un solo ejemplar, como los 48,4 millones de dólares que giraron por un raro Ferrari 250 GTO de 1962 en una subasta llevada a cabo en Monterrey, California, hace dos años, obteniendo el récord absoluto hasta ahora.

En Colombia no suelen llevarse a cabo subastas de este nivel pero sí es un mercado que cada vez se mueve con mayor soltura sobre todo para conseguir automóviles a precios regularmente más bajos que en el sistema de ventas tradicional. “Suelo comprar algunos carros en las subastas en línea porque a veces oferto y gano la puja por un precio inferior a lo que se venden en la calle.

Generalmente son vehículos en buen estado porque son de empresas reconocidas que les hacen un buen mantenimiento”, dice Jorge Mario Sandoval, comerciante de autos usados.

¿Y cómo funcionan?

Generalmente las empresas que poseen grandes flotas de vehículos para su logística renuevan sus flotas cada cierto tiempo. En estas flotas están incluidos vehículos industriales, de carga, de movilización de pasajeros y de uso para directivos de la organización. Cuando dichos conglomerados deciden que estos activos ya cumplieron su vida útil, los entregan a empresas especializadas para que los comercialicen entre el público a través de las subastas y les retornen una ganancia por la venta para recuperar liquidez. “Empresas reconocidas a nivel nacional, sobre todo de renting y leasing que deciden subastar sus vehículos, nos envían la documentación necesaria para habilitar la subasta dentro de la plataforma en línea. Posteriormente, se realiza un loteamiento para identificar el estado actual del vehículo, sus características, procedencia y verificación de papeles”, dice Gustavo Quiñones, Gerente de Vehículos de Superbid Colombia.

El otro caso ocurre cuando las aseguradoras deciden vender los denominados “salvamentos”, que son vehículos recuperados por hurto o con accidentes reparables para que el auto pueda entrar nuevamente en el mercado. Las camionetas de gama media son las preferidas en este apartado “En el caso, de los salvamentos por medio de una reseña se especifica el daño y si el vehículo es producto de una colisión o recuperado de un robo. Ya disponible en subasta, los usuarios se registran, realizan pago de garantía y se procede a la puja de ofertas para definir al ganador. Las aseguradoras que más ofrecen salvamentos son Sura y Bolívar”. Complementa Quiñones.

En el catálogo de lotes, que puede verse en las respectivas páginas de cada subastadora, se encuentran fotografías de cada ejemplar con descripción detallada de su estado general y mecánico para que el cliente sepa lo que va a comprar y en qué condiciones se encuentra, a veces también aparecen vehículos cero kilómetros. “Otra ventaja es que se hacen filtros de seguridad para certificar que los carros son legales. Uno puede pedir la procedencia y el historial en el RUNT (Registro Único Nacional de Tránsito) para quedar más tranquilo y no terminar con un carro empapelado”, dice Jorge Sandoval.

ABC de la compra en línea

Como usuario que quiere ofertar por un vehículo lo primero que debe hacerse es registrarse en la plataforma en línea, luego se solicita la inspección del auto seleccionado y se recibe el material fotográfico suministrado por el vendedor o videos en caso de que estén disponibles. También puede agendar una visita personal al sitio donde está el carro, aunque por la contingencia actual están disponibles recorridos virtuales.

Cada subasta se hace semanalmente, entre usados de empresas y salvamentos de aseguradoras y cualquier persona natural puede participar. El interesado en un lote paga la garantía que se exige para participar en la puja (dos millones de pesos en promedio) y garantizar así la seriedad del posible comprador. Comienza así el proceso de ofertar hasta que se cierra el plazo y la proposición más alta es la que se lleva el bien. Una vez adjudicado el lote, el beneficiado tiene hasta tres días hábiles para hacer el pago total del vehículo a la empresa ofertante. Este pago debe ser en efectivo pues no hay posibilidad de financiación. Una vez pagado el vehículo, se procede a realizar el trámite de traspaso, el cual se hace única y exclusivamente a nombre de la persona que se registró en la subasta.

Este proceso puede tardar entre 8 y 15 días. Si el vehículo está situado en otra ciudad diferente a la del ganador, este debe correr con los gastos de traslado si así lo requiere la empresa vendedora. Estos detalles también se especifican desde el inicio de la subasta. “Hay que aclarar que solo se subastan vehículos pertenecientes a empresas grandes y reconocidas, no de personas naturales. En cuanto al proceso de participación y compra, toda persona con acceso a Internet tiene la posibilidad de acceder a las subastas de vehículos disponibles”. Finaliza Carlos Quiñones.