Pros y contras de ser ama de casa

Solamente las amas de casa conocen las dificultades de su día a día. Su trabajo es de tiempo completo, no remunerado con dinero y, en algunos casos, criticado o poco valorado.

En la Twittercrónica de esta semana, compartimos una mañana con Angela Congote y Marta Inés Rodríguez, dos mujeres que han dedicado su vida al cuidado del hogar y de su familia.

Ángela Congote, en el barrio El Poblado, se define como la “Detodera” porque hace lo que le toque: “Soy la mamá, la cocinera, la transportadora, la que hace el aseo y la que cuida al gato”.

Es graduada de administración de empresas de la Universidad Eafit y tenía su propio negocio pero, cuando este se acabó hace ya 15 años, tomó la decisión de dedicarse a su familia de tiempo completo. Su vida ahora es el hogar que construyó con su esposo, sus tres hijas y su hijo - que ya no vive en casa-.

Sobre el rol que asumió Ángela, Carlos Cañaveral (@GARRO8517) expresó su admiración en Twitter: “Las madres siempre luchan por el orden y la comodidad de su familia. Su sacrificio es diario y hay que valorar su esfuerzo”.

Esto se evidencia en Ángela, quien se levanta a las 7: 00 a.m. para preparar el desayuno y, luego, despide a sus hijas para que vayan a la universidad y a su esposo para que comience su labor como taxista.

Este ritual diario le deja una cocina con platos que solo ella debe lavar, porque como dice: “a mí nadie me ayuda”.

Son tantos los quehaceres que Ángela siente que no le alcanza el día: tender las camas, trapear, barrer los pisos, limpiar las ventanas y dejar listo el almuerzo.

Ni reclamos ni honores

No se queja porque reconoce que ejerce una bonita labor, pero sabe que tiene que hacer sacrificios: “A mí me gustaría poder levantarme más tarde, salir a la calle a tomar el algo y, miles de cosas que desearía hacer por mí y para mí, pero no lo hago. No dejo de hacer las labores de casa porque quiero que mis hijas y mi esposo tengan una vida cómoda”.

Esta entrega de las mamás es reconocida por Catherine Córdoba (@CatherineCordo99), que destaca que “algunas mujeres dejan sus sueños y ,a veces, hasta sus profesiones, por el beneficio del hogar”.

Igual, son expertas según Vanessa Garcés (@Tvanegarces): “ser ama de casa es ser profesional en casi todo: administradora, docente, enfermera, psicóloga, chef, abogada... Y todo en una sola persona”.

Marta Inés Rodríguez también nos recibió en el barrio La Magnolia, de Envigado. Ella, durante muchos años, combinó el trabajo de secretaria con el de mamá y ama de casa: “A pesar de que trabajaba ocho horas diarias, por las mañanas y por las noches, llegaba a seguir trabajando: preparaba comida, ayudaba a los niños con las tareas y los acompañaba a la buseta. Eran cosas que debía hacer”, afirma con cara de satisfecha.

Luis Hernández (@YoLuisHernandez) valora todas estas tareas: “Ser ama de casa es ser el pilar de una familia, base de la sociedad. Es el éxito o fracaso de la vida en comunidad”.

Ahora, Marta es viuda, pensionada y sus hijos ya no viven en casa, pero con los oficios del hogar le basta y le sobra, “así esté sola, mantener bien una casa no es tarea fácil, hay muchos grandes y pequeños detalles que no se deben desatender”, asegura.

Y pese a sus múltiples ocupaciones de ama de casa, saca tiempo para practicar su pasión: el baile. Los fines de semana la contratan para que haga su espectáculo de tango profesional en diferentes lugares.

Para ella no todas las labores de casa son agradables. Prefiere limpiar y hacer el aseo antes que cocinar y planchar, parte de sus misiones como dueña y señora de su casa. Así es esta vocación que amerita organización y disciplina, porque como opina William Agudelo (@WillyAguCu), “ser ama de casa es ser el presidente de una empresa llamada hogar”.