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Hip, hip, ¿para qué le sirve el hipo?

Este simple reflejo le ayuda a recordar la importancia de respirar. Más allá de eso, esto hay detrás del sonido.

Periodista, científica frustrada, errante y enamorada de los perros. Eterna aprendiz.

20 de diciembre de 2019

Cómo parar el hipo. Ni la ciencia sabe. Un susto, aguantar la respiración, beber agua al revés... Hay muchas historias sobre lo que detiene este reflejo, siempre inoportuno. La mayoría de las veces desaparece por sí solo.

Una revisión sistemática publicada en agosto de 2015 comparó todos los tratamientos. Encontró que ninguno realmente sirve. Estos trucos podrían ser una distracción pues ayudan a restablecer los nervios que causan el hipo.

Aún así, algunos médicos aún sugieren estrategias para deshacerse de él (ver Textualmente). Por ejemplo, respirar dentro de una bolsa de papel (como se hace con trastornos de ansiedad) lo detendría, dicen, ya que con esta acción se consigue aumentar los niveles de CO2 en sangre y se estimula el sistema nervioso.

La mayoría de los expertos están de acuerdo en que el hipo implica un circuito neuronal que comienza con los nervios frénico (surgen de la médula espinal) y vago. Este último se extiende desde el tronco encefálico hasta el abdomen, mientras que los frénicos envían señales desde el cerebro al diafragma.

Esta capa muscular debajo de los bronquios es importante, aunque normalmente no se sabe si se está usando, explica Carlos Ariel Patiño, médico de la Clínica Medellín.

Todo empieza sin querer

Cuando se tiene hipo, hay espasmos en el diafragma que lo hacen inspirar muy rápido. Entonces, el aire que ingresa le cierra sus cuerdas vocales y causa el ¨¡hip-hip!”.

La contracción suele comenzar por comer o beber demasiado y de manera muy veloz, especialmente con bebidas gaseosas.

Esto puede estirar y alterar el estómago, causando hipo a medida que el diafragma se contrae. Los cambios bruscos de temperatura o la excitación excesiva también pueden desencadenarlo.

Estos problemas normalmente terminan rápido. En casos raros dura mucho. El récord mundial es por más de 68 años (ver microhistoria).

Sin embargo, si alguien tiene una enfermedad en el cerebro, los nervios o la barriga, puede tener hipo con frecuencia o durante mucho tiempo, explica Emma Beckett, médica con postdoctorado en Nutrición Molecular Humana de la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Newcastle, en un artículo publicado en 2018 en el portal científico The Conversation.

Entrenar la respiración

Los investigadores consideran que el reflejo del hipo podría deberse a los antepasados anfibios. Esta es una de las hipótesis, ya que el propósito principal del cerebro reptiliano es regular las funciones básicas e involuntarias, como la respiración, los latidos del corazón y la circulación.

Para un adulto tiene poca a ninguna utilidad, asegura un informe en LiveScience. Eso sí, para los fetos sí sería importante. Allí sirve para que estos aprendan a respirar, le dijo el investigador a LiveScience, Peter Kahrilas, profesor de gastroenterología y hepatología de la Escuela de Medicina en Northwestern University en Chicago.

Este es un ejercicio que los fetos en el útero y los recién nacidos hacen mucho. Según una investigación publicada en diciembre de 2019 en la revista académica Neurofisiología clínica, los bebés prematuros pasan aproximadamente un 1 % de su tiempo (aproximadamente 14 minutos por día) con hipo.

Es común que un feto comience a tenerlo a finales del primer o comienzos del segundo trimestre. Por esto, los investigadores conjeturan que en adultos sería un vestigio del entrenamiento de respiración que se hace en el útero.

El hipo es un reflejo como el que se da al golpear suavemente su rodilla, lo que deriva en que su pie se mueva involuntariamente. Con frecuencia una estimulación del esófago o estómago lo activan.

Según Kahrilas, el tallo cerebral envía señales al diafragma y otros músculos de la respiración, haciendo que se contraigan, lo que produce una toma repentina de aire. Luego y al igual que cuando se traga el alimento, la epiglotis, ubicada detrás de la lengua, se mueve y cubre la vía respiratoria, produciéndose el sonido.

El “trago” de aire tarda aproximadamente 35 milisegundos en golpear las cuerdas vocales y producir el hipo, contó el científico y youtuber norteamericano Hank Green en su canal Science Show.

Una vez nace el bebé, su vida depende de que pueda respirar a la perfección. El hipo, que comienza en el útero, ofrece ese entrenamiento clave.

La vida con...

Si bien el hipo es poco más que una molestia temporal para la mayoría, puede llegar a consumirlo todo. Es el caso de Coleen O’Lear, editora en el diario Washington Post, quien tiene hipo casi todos los días, a veces solo ocasionalmente, otras veces no tanto. La mujer, de 29 años, lo ha tenido durante tanto tiempo como puede recordar, según un artículo de 2014 en ese diario.

Los médicos dicen que puede estar relacionado con la enfermedad de reflujo ácido, que ha tenido desde que era bebé. Ha probado todos los remedios caseros de los que ha oído hablar: cucharadas de azúcar, conteniendo la respiración, inspirando profundamente, bebiendo boca abajo, chupando limones. Algunos le funcionan, temporalmente.

Esta periodista quiso hacer algo radical e incluso consideró quitarse el nervio frénico, pero una doctora de la Clínica Mayo le sugirió algo menos invasivo: una biorretroalimentación de variabilidad de la frecuencia cardíaca. Esta es la explicación a su sugerencia.

El sistema nervioso de algunos mamíferos como los humanos controla las funciones corporales involuntarias, como los latidos del corazón y la contracción de los vasos sanguíneos, a través de dos ramas complementarias.

Una estimula las respuestas relacionadas con el instinto de lucha o huida (aumento de la frecuencia cardíaca, pupilas dilatadas, secreción de sudor), mientras que la otra inicia el modo de descanso y restauración.

Algunas personas son demasiado sensibles a los estímulos de estrés y como respuesta se mueven demasiado de un lado a otro. Algo muy útil en la época de las cavernas, en las sabanas africanas llenas de depredadores, pero no en medio de una reunión de la oficina.

La doctora Duane Hurst utilizó un electrocardiograma para detectar la variabilidad en su frecuencia cardíaca y le indicó que respirara cuidadosamente.

La idea era ayudarla a encontrar una frecuencia respiratoria que activara su modo de descanso y restauración, para equilibrar el sistema nervioso y aliviar el estrés.

Y es que no muchas personas saben que pueden usar su respiración de manera sistemática, dice el doctor Carlos Ariel Patiño.

Según el destacado psicólogo norteamericano Daniel Goleman, la respiración también ayuda al cerebro a construirse a sí mismo. Cuenta en su libro Rasgos alterados (2017), incluso reduce las reacciones cerebrales de estrés de formas que ya se han medido en escáneres cerebrales.

Hurst, que generalmente utiliza la biorretroalimentación de variabilidad de la frecuencia cardíaca para tratar migrañas, dolores de cabeza por tensión, fibromialgia, trastornos de ansiedad y síndrome del intestino irritable, narró al diario norteamericano que una vez la periodista comenzó la respiración pausada, se calmó. De repente, no hubo más hipo.

Este fue un caso particular. La mayoría de las personas no necesitan preocuparse a menos que el hipo interfiera con la respiración o la alimentación. Sin embargo, cuando empiece el hipo, como si se tratara de un recién nacido, aproveche para tomar consciencia de la importancia de algo que parece tan básico como respirar.