¿Se mantienen sus riñones saludables?
Una nueva aplicación podría ayudar a prevenir que sus estos órganos se dañen o controlarían su deficiencia. La historia.
Periodista, científica frustrada, errante y enamorada de los perros. Eterna aprendiz.
A los colombianos les gusta la carimañola, la bandeja paisa, el ajiaco, el sancocho; una almojábana a la media tarde y por qué no un calentado para desayunar o comer .
Delicioso, pero a veces se va la mano. Dietas altas en sal y proteína son algunos de los hábitos que ponen en riesgo a la población de padecer problemas renales. También fumar, beber licor en exceso y el azúcar en la sangre lo podrían afectar.
Los números alarman. Las de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión (SLANH) citan que la Enfermedad Renal Crónica (ERC) es el producto de una compleja interacción de diferentes procesos patológicos que afectan al 10 % de la población mundial. De acuerdo con el médico internista y nefrólogo especializado en la Universidad de Antioquia, Jorge Eduardo Rico, esta cifra incrementa cuando la población es mayor de 65 años: “Una de cada 5 la puede padecer”. En Colombia habrían, según presume Rico, de 2 a 3,5 millones de personas con insuficiencia renal.
Gran problema: no avisa hasta que es grave. Cuando los riñones dejan de funcionar las perspectivas para los afectados son sombrías, la sangre debe ser limpiada mediante diálisis, un procedimiento agotador. Un riñón nuevo puede ayudar a largo plazo, pero los órganos de los donantes son escasos.
Su desenlace común es una función renal anormal y una disminución progresiva en la tasa de filtración glomerular, características que se relacionan con la cronicidad, la mortalidad y los diversos grados de discapacidad, que le atribuyen un amplio espectro en su presentación clínica: va desde los estadios primarios en los que las intervenciones se dirigen primordialmente a prevenir su progresión, hasta los más avanzados con tratamientos complejos, costosos e invasivos como la hemodiálisis, la diálisis peritoneal y el trasplante renal.
Prevenir en era tecnológica
Junto a los ingenieros Vladimir Peña y Leonardo Escobar, la doctora María Ximena Cardona, del Hospital San Vicente Fundación, y la nutricionista de la U. de A, Adriana Hoyos, Rico ideó una aplicación para quienes deseen monitorear su condición renal por enfermedad o incluso por prevención.
El médico de la Universidad de Cartagena dice que es un “asistente digital inteligente personalizado y complementario”. Su nombres es Renal Vi. Hay otras en el mercado, pero el equipo sintió un vacío en cuanto a la clave para una persona con deficiencia renal: la nutrición.
En España crearon Nefrodiet, una Calculadora de la función renal, e Ikigai, para transferencia de conocimientos entre nefrólogos.
Sin embargo, la aplicación criolla, que fue lanzada al mercado en el Simposio Nacional de Nefrología que se realizó en Valledupar en marzo de este año, sorprendió a los asistentes y hoy ya cumple con el aval de la Asociación Colombiana de Nefrología así como por la de Medicina Interna.
Pueden usarla atletas de alto rendimiento que quisieran estar monitoreando la función de sus riñones, personas con antecedentes familiares o con hipertensión o diabetes.
Visite a su médico primero para revisarse, pero si siente que está en riesgo y mientras espera a que llegue la cita puede empezar explorando la app. Eso sí, es fundamental que tenga al menos un examen de orina y sangre para saber cómo está su creatinina.
Cómo funciona
Los pacientes deben registrar datos sobre su peso, estatura, consumo de agua y tiempo de ejercicio, como datos generales. La plataforma también analiza sus exámenes médicos. Si ya tiene el de creatinina puede ingresarlo y la asistente empezará a rodar.
Al ingresar los datos esta calcula su funcionamiento renal y comienzan las recomendaciones sobre el mejor comportamiento nutricional.
Esto, porque Hoyos asegura que la medicina para los estadios iniciales de la enfermedad es una alimentación personalizada, baja en sal y proteínas.
Se vuelve asistente y según la información que le dé, le sugiere qué puede comer y qué debería evitar con base a una lista de más de 1.000 alimentos y cerca de 700 menús bien colombianos.
Es especial porque se basa en los tres métodos de las guías internacionales para calcular el daño renal como la Valoración de la ecuación CKD-EPI.
Prevenir es fundamental. Y herramientas como esta pueden ayudarlo a apropiarse de la salud de un órgano fundamental para vivir. Eso sí, esta no reemplazará la consulta médica ni la de nutrición.