El padre Horacio Arango Arango deja un legado de paz para Medellín y Antioquia

Un sacerdote íntegro, comprometido con la paz y entregado a la comunidad son algunas de las virtudes que se le reconocen al padre Horacio Arango Arango, rector del colegio San Ignacio, quien falleció ayer como consecuencia de un problema cardiaco.

El sacerdote nació el 1 de octubre de 1946 (69 años) en Medellín. Desde hace once años dirigía, también, el Centro de Fe y Culturas, fundación que creó en compañía de personajes como Héctor Arango Gaviria, Juan Luis Mejía, Carlos Raúl Yepes, Carlos Ignacio Gallego, entre otros, para “promover el debate y la reflexión sobre la crisis ética de la sociedad y la apropiación de valores que garanticen el compromiso con la justicia, la equidad y la pluralidad”, citando el sitio web del establecimiento.

Provincial de la Compañía de Jesús, fue también Vice Gran Canciller de la Pontificia Universidad Javeriana, de donde era egresado.

“Fue un jesuita y sacerdote íntegro, capaz, entregado a la comunidad, dedicó toda su vida a la promoción de la paz y la justicia, nos enseñó a tener presente la imagen de Jesús en la vida laboral”, recuerda Héctor Arango Gaviria, su mano derecha en el Centro de Fe y Culturas.

“Es muy importante que no sólo los obispos que hacemos parte de la comunidad creyente estemos unidos en la búsqueda de la paz y que aclimatemos una salida negociada al diálogo. Igualmente el llamado del Papa también va dirigido a la sociedad colombiana para que todos nos hagamos favorables en esa búsqueda”, reflexionaba el padre Horacio en 2012, citado por la revista Semana, cuando dirigía el Programa para la Paz de la compañía jesuita. En ese momento se discutía la presencia de la Iglesia en la mesa de negociaciones del proceso de paz con la guerrilla, papel por el que Héctor Arango lo recordará siempre.

“Buscó sacarnos de las épocas difíciles a la esperanza y la transformación cultural del comportamiento de las personas. Deja una huella profunda”, dice Héctor.

“Un ser excepcional”

El presidente de Bancolombia, Carlos Raúl Yepes, fue muy cercano al padre Horacio, por ser egresado del colegio San Ignacio y por haber participado en la fundación del Centro de Fe y Culturas.

“Entrañable amigo, inmejorable consejero, compañero de la vida y de innumerables causas comunes por la búsqueda de un ser humano y una sociedad mejor”, es el concepto que tiene Yepes
del religioso.

Por su parte, María Victoria Restrepo, coordinadora de programas del Centro de Fe y Culturas, afirma que todas las propuestas de Arango Arango pasaban por el respeto y la dignidad humana.

“Era muy cercano a la gente. Sus programas tenían consciencia social. Siempre promovió el compromiso con la fe y el servicio por los demás”, sostiene María Victoria.

Carlos Raúl Yepes agrega: “encarnaba genuinamente el espíritu jesuita del amor por la vida, por los demás y, sobre todo, por los invisibles y vulnerables. Nos deja un gran vacío, difícil de llenar porque todo lo que pensaba y hacía nacía de su corazón, desde la pureza de su intención, siempre al servicio de los demás, arropado por ese amor infinito a Dios”.

Tres días de duelo decretó el colegio San Ignacio. Las exequias del padre Horacio se realizarán hoy, a las 5:00 de la tarde, en el colegio.