Exámenes periódicos, aliados de la salud
No son un capricho, son la mejor herramienta para prevenir o tratar las enfermedades existentes.
Cuidar la salud debería ser una tarea de todos los días, pero en los afanes cotidianos muchas veces descuidamos la alimentación, no alcanzamos a dedicarle tiempo a la actividad física, se nos disipa el descanso y las horas de sueño se nos van en esto o aquello y perdemos de vista los objetivos y acciones que nos ayudan a estar en perfecto estado.
Los factores de riesgo se dividen en dos tipos: los modificables, es decir, aquellos que se pueden detectar y evitar y los no modificables como la edad y la genética. “En ambos casos, los exámenes periódicos son útiles. Por ejemplo, si se sabe que una persona tiene antecedentes familiares (obesidad o diabetes) se puede intervenir con tiempo, con cambios hacia estilos de vida saludables para evitar que la enfermedad se desarrolle o retrasar su aparición”, afirma el internista y cardiólogo Pablo Robles Vergara y agrega que de hecho 70 % de los problemas cardiovasculares y metabólicos como la diabetes, principales causas de muerte hoy en día, se explican por factores básicos modificables como una mala alimentación y el sedentarismo.
Aunque el sistema de salud cubre exámenes periódicos cada cinco años, los sistemas de salud complementarios (pólizas o prepagadas) permiten realizarlos cada año, de forma que es posible tener un control riguroso sobre la evolución de nuestra propia salud.
“Los exámenes por sí solos no dicen nada (...) son el punto de partida para cambiar lo que es necesario y tomar las medidas adecuadas para mantener el mejor estado de salud y bienestar posibles”, afirma María Mercedes Yepes Naranjo, directora de Salud de Seguros Sura Colombia.
Los exámenes periódicos básicos que se deben realizar para prevenir y controlar tanto los riesgos de enfermedad cardiovascular, enfermedad metabólica como la aparición o desarrollo de un cáncer, en personas sanas y sin preexistencias, son:
A partir de los 18 años
· Consulta anual con médico general o internista que incluya examen físico, revisión de presión arterial, peso, grasa abdominal y entrevista para determinar antecedentes familiares, hábitos y el estado emocional y anímico.
· El perfil lipídico, creatinina, glicemia, hemoglobina glicosilada, colesterol, triglicéridos y citoquímico de orina para evaluar la función renal o detectar infecciones. Si los resultados son normales y los riesgos no han cambiado, se solicitan cada tres años.
· Consulta ginecológica para las mujeres y citología convencional cada tres años, si las anteriores han sido normales y no cambian los riesgos, y el electrocardiograma para identificar el riesgo de muerte súbita.
A partir de los 30 años
Fuera de repetir todos los exámenes anteriores, se recomiendan:
· Mamografía y resonancia magnética de seno anual para las mujeres consideradas de alto riesgo (familiares de primer grado que han tenido cáncer de seno o tienen mutación genética que pueda ocasionarlo).
· Citología con análisis de virus de papiloma humano. Si este no se detecta, los resultados de la citología son normales y si los riesgos no han cambiado, se repite cada cinco años.
· Endoscopia para detectar la presencia de la bacteria Helicobacter pylori y mirar los daños que pueden encontrarse en la mucosa gástrica y que se pueden expresar como una condición precancerosa. Aunque las guías internacionales recomiendan el examen a partir de los 50 años, el cáncer gástrico está entre los tres primeros causantes de muerte en Colombia. El Helicobacter pylori causa unos cambios lentos en la mucosa gástrica y entre más temprano se detecte, mayor probabilidad de hacer tratamiento temprano y evitar un punto de no retorno.
A partir de los 40 años
Fuera de repetir todos los exámenes anteriores, se recomienda:
· Consulta anual de urología para todos los hombres.
· Antígeno de próstata a individuos que se consideren de riesgo, con padres o hermanos con antecedentes de cáncer de próstata, o varones afrodescendientes.
A partir de los 50 años
Fuera de repetir todos los exámenes anteriores:
· Mamografía a mujeres sin factores de riesgo, que se repite cada dos años, si la anterior es normal.
· Antígeno de próstata a individuos sin factores de riesgo, a partir de los 55 años hasta los 69 años.
· Colonoscopia para individuos sin factores de riesgo (que no tengan familiares de primer grado que hayan tenido cáncer de colon antes de los 60 años, ni cáncer de colon hereditario). Para la población de riesgo elevado es recomendable adelantar el examen preventivo diez años con respecto a la edad de la aparición de cáncer de su familiar.
· Endoscopia para detectar cualquier tipo de modificación de la mucosa gástrica. Es la que recomiendan las guías internacionales ya que la incidencia del cáncer gástrico aumenta predominantemente por encima de los 50 años y la transformación de una lesión a daño canceroso es de tres años.
· Tomografía de tórax a personas fumadoras (que han fumado más de 15 cigarrillos al día por 20 años o más de 10 cigarrillos al día por 30 años), ya que ayuda a realizar un diagnóstico temprano de cáncer de pulmón y disminuye la mortalidad.