Florida se rinde ante los capibaras: el café que combina ternura, educación y conservación
En Florida, un café permite a los visitantes convivir con capibaras mientras apoya la conservación animal.
En Florida, un emprendimiento inusual está conquistando a visitantes y redes sociales: el Café Capibara, donde los asistentes pueden interactuar de forma directa con los roedores más grandes del mundo mientras apoyan proyectos de conservación.
Con sedes en San Agustín —la ciudad más antigua de Estados Unidos— y San Petersburgo, el establecimiento recibe unas 200 personas al día en cada local. Por 50 dólares, los visitantes reservan un encuentro de 30 minutos en el que alimentan, acarician y aprenden sobre estos animales bajo la guía de expertos.
La iniciativa, liderada por Stephanie Ángel, nació para financiar el santuario Noah’s Ark, que alberga animales rescatados como lémures, armadillos y puercoespines. Actualmente cuenta con 12 capibaras, todos provenientes de rescates o entregados por zoológicos. Ángel aseguró que su participación en el café es voluntaria: “si los animales no quieren ir, no tienen que ir. A veces son seis, otras cuatro, según quieran”.
Los fondos recaudados se destinan a conservación, educación y donaciones semanales a otras organizaciones sin fines de lucro. Además, la alta demanda ya ha impulsado planes para abrir una tercera sede en menos de un año.
Aunque el café no ofrece comida ni bebidas durante las interacciones, vende camisetas, tazas y peluches con forma de capibara, cuyos ingresos también contribuyen al mantenimiento y expansión del santuario, que prevé abrir sus puertas al público el próximo año.