Así puede proteger a sus mascotas durante la alborada
Aunque no lo crea, no acariciarlos o consetirlos durante un episodio de miedo es una recomendación.
Periodista de la Universidad de Antioquia. Interesado en temas de tecnología y cultura. Disfruto del cine y la música.
Los ruidos de la alborada traen para algunas mascotas su día más estresante del año, y para los cuidadores la preocupación de que ellos sufran alguna consecuencia negativa.
Por eso, ser precavidos y tener presentes algunas recomendaciones puede ser útil para mitigar el impacto de una noche llena de luces estridentes, y desafortunadamente también, de ladridos y maullidos de desconsuelo.
El etólogo Santiago Urrea habla de la sensibilización del perro hacia la pólvora. Según él, lo ideal sería que cada mascota se sensibilizara a los ruidos fuertes desde sus primeros años de vida, sin embargo, muchas personas desconocen que este tipo de ejercicios pueden hacerse en beneficio, sobre todo del canino, y dejan pasar esa etapa que tiene como fin disminuir la respuesta negativa ante esos eventos.
“Por tener una capacidad auditiva mayor que el humano reaccionan de esa manera ante ruidos altos, es natural”, dice el etólogo, aunque puede prevenirse.
Algunas soluciones a las que acuden algunas personas implican medicación o tratamientos previos de tipo homeopático, no obstante, Urrea no los recomienda porque no tienen soporte científico, aunque no descarta que puedan funcionar como coadyudantes, más no como la solución completa.
Por eso su recomendación es acudir a la llamada zona segura. Consiste en buscar en la casa el lugar más aislado o donde el impacto auditivo sea menos fuerte. “Se le adecúa, ojalá previamente, con sus juguetes y cobija; también se le ponen galleticas, todo para que él se sienta seguro y en caso de que escuche los ruidos busque la zona y disminuya la sensación de ansiedad o de temor”.
También ayuda que la mascota se ejercite previamente. En esta tarea su cuidador es fundamental porque es él quien puede motivarlo al juego para que gaste sus excesos de energía y esté más calmado durante el momento del evento, en este caso la alborada.
La zona segura y el juego aplican para los felinos. Adicionalmente, Santiago Urrea sugiere que con ellos es importante ubicarlos en zonas de poca luz u oscuras.
En jugar con ellos coincide la etóloga Ana María Velasco. Para ella es una buena forma de agotar a la mascota para que se vaya a la cama y duerma.
Antes de tomar en cuenta alguna medida de prevención, Velasco sugiere tener en cuenta sucesos previos similares para definir si las reacciones de la mascota son por miedo, fobia o desconocimiento.
“La fobia hace que le de taquicardia, que tiemble, que se meta debajo de la cama; el miedo es con síntomas similares, pero sin ir al límite como la fobia, y cuando es algo desconocido se le puede notar una actitud de que no entiende qué está pasando”, comenta Natalia.
El cuidador debe tener en cuenta que si el animal ya ha presentado miedo o fobia será difícil que no lo manifieste de nuevo. Lo mejor, dicen Urrea y Velasco, es la sensibilización, aunque las sugerencias que dan de prevención pueden ayudarlos.
“Mucha gente recomienda valeriana u otros productos, pero todos tienen una fase de carga. Es decir, si se usa días antes puede que tenga un efecto notorio, pero si se hace el mismo día no se va a generar un beneficio”, explica el etólogo.
Además, aseguran que lo más importante es acompañar a las mascotas, estar pendiente de ellas y supervisándolas, procurando no acariciarlas o darles afecto porque se reforzaría su sensación de miedo y aprendizaje de que lo que pasa afuera es malo. Al contrario, se debe evidenciar seguridad para no preocuparlos y en los momentos en que parezcan tranquilizarse premiarlos dándoles algo de comer.
Asesorarse de un profesional en el tema es lo aconsejado, y si se ve una reacción desfavorable acudir a un médico veterinario.