Es mejor estar sola que mal acompañada: ¿Qué es el heteropesimismo? La razón por la que ahora las mujeres prefieren la soltería
En los últimos años, las relaciones sociales se han transformado de manera significativa. Las mujeres están experimentando una de ellas.
Hace unos cuantos años el Consejo de Familias Contemporáneas, un organismo sin ánimo de lucro, publicó un informe que hacía una revelación curiosa, pero no sorprendente. “Las mujeres que más lavan los platos tienen más conflictos en su pareja, menos satisfacción y peor sexo que mujeres con parejas que se encargan de esta tarea”, resumió en su momento el hallazgo el diario La Nación. El motivo de esa insatisfacción nada tiene que ver con los platos en sí mismos, sino con las formas en que se construyen las relaciones de pareja.
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En simple lógica, si las mujeres lavan muchos platos significa que sus parejas no lo hacen o lo hacen poco. El motivo, entonces, de la molestia que hacía visible el informe radicaba en que las mujeres creían que sus cónyuges no valoraban lo suficiente la relación al punto de remangarse y lavar platos, una actividad que no reporta una satisfacción evidente para quien la hace. Así, una simple repartición de oficios revelaba una disparidad que socava las relaciones sexoafectivas.
Desde entonces, el dato se convirtió en motivo de charlas, bromas y memes. Por ejemplo, a finales de noviembre un diario español tituló –parafraseo– un artículo sobre el descenso de los índices de natalidad de una manera curiosa: “Que los hombres no laven los platos puede acabar con la especie humana”. Y sí: las relaciones entre los sexos se vienen a pique porque las mujeres actuales tienen niveles de exigencia más altos que sus madres y abuelos y los hombres pareciera que no se han dado cuenta que no pueden replicar los tiempos de sus padres y abuelos.
Los tiempos han cambiado, entre otras cosas, porque las mujeres alcanzaron la autonomía económica y, por ello, no están dispuestas a perder la autonomía sentimental, máxime si las parejas que encuentran en el camino no les ofrecen satisfacción. En ese contexto, surge el término heteropesimismo, que se utiliza para hablar de la tendencia actual entre las mujeres educadas de no tener pareja. La sabiduría popular tiene una expresión que ilustra el término a la perfección: “Es mejor estar sola que mal acompañada”. Y no son pocas las mujeres que han llegado a esta conclusión.
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Uno de los casos más comentados en redes sociales el de la cantante Rosalía, que se ha declarado célibe voluntaria. Esa soltería revela que las mujeres ahora le dan más peso a sus carreras y a sus trayectorias profesionales que a la creación de una familia. En otras palabras, las mujeres actuales, de tanto besar sapos, ya no buscan “príncipes azules”. En contravía al titular citado antes, no necesariamente afecta los índices de procreación. De hecho, la actriz Lucy Liu es madre soltera. Puesta a escoger, quiso un hijo y no una pareja. Faltan estudios que corroboren si el camino de la protagonista de Los Ángeles de Charlie es el de las mujeres de la generación z.
El hecho de que las mujeres no quieran tener parejas –o muchas no la quieran tener– no se traduce en que estén solas. A falta de novios, muchas mujeres tejen relaciones significativas con otras mujeres u hombres, en las que la sexualidad queda por fuera.