Tendencias

Sembrar un árbol sí hace “verano”

Aprenda las claves si quiere aportar a reforestar el país y las entidades que puede consultar para hacerlo bien.

Quiero pasarme la vida aprendiendo cosas nuevas y me hice periodista para asegurarme. Escribo sobre tecnología y gastronomía en la sección de Tendencias.

30 de noviembre de 2020

En mayo de este año, Amazonas ajustó la segunda tasa de deforestación más alta de la década: perdió 649 kilómetros cuadrados de selva nativa, informó el Sistema de Alerta de Deforestación del Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonía (Imazon). La selva que en los 90 absorbía 2.000 millones de toneladas de CO2 al año, ahora absorbe la mitad, dice la ONG ambientalista Greenpeace en su sitio web.

Y sin ir hasta el extremo sur del país, Antioquia también está perdiendo sus árboles. El Observatorio de Bosques de Antioquia (OBA) ha analizado el departamento con imágenes satelitales desde 2001 y ha concluido que, al año, pierde un área de bosques equivalente a 40.000 canchas de fútbol (aproximadamente 180 kilómetros cuadrados). Los cálculos del Observatorio dicen que más o menos en 40 años las futuras generaciones no verán rastro de los bosques del departamento, si la tendencia se mantiene.

¿Será que si cada uno siembra un árbol ayuda a frenar esas cifras? Carlos Orozco, educador ambiental del Jardín Botánico de Medellín, dice que sí, pero no es sembrarlo en cualquier lugar, no cualquier tipo de árbol y no en cualquier condición. Él añade que tomar la decisión de sembrar uno debe ser igual que tener un hijo, una mascota o casarse. “Tiene que haber un doliente que cuide y preserve su vida”.

Por dónde empezar

Hay dos vías para aportar un granito en la reforestación del Amazonas o de los bosques del departamento. La primera es hacerlo usted mismo y a veces, explica Carlos, se cometen errores por desconocimiento: sembrar en lugares que han sido afectados por tala y quitar los rastrojos o maleza, que son necesarios para restaurar los ecosistemas. También sembrar especies que no sobreviven al clima del lugar o hacerlo en distancias y lugares no aptos, o sembrarlos y no volverlos a visitar nunca. “Después pueden talar ese árbol y la persona ni se entera, entonces no hizo nada”, precisa el educador.

En entidades como el Jardín Botánico, la Reforestadora Integral de Antioquia (RIA) o las Corporaciones Autónomas Regionales usted puede conseguir las semillas nativas y las indicaciones para hacer parte de sus campañas de reforestación. Además, agrega Orozco, estos grupos hacen seguimiento y protección de las especies sembradas (Ver Paréntesis).

Ideas

Otra forma es hacerlo a la distancia. La ONG colombiana Saving The Amazon lanzó este año el proyecto “Sembrando con las mujeres”, de la mano de una comunidad del Gran Resguardo Indígena del Vaupés. La iniciativa invita a adoptar un árbol, así como dice Carlos, del Jardín Botánico: como si fuera un hijo.

Un indígena de la comunidad con la que trabaja la ONG, en colaboración con voluntarios, se encargará de hacerlo y la persona que lo apadrina recibirá una placa biodegradable y un certificado de adopción con información de la comunidad donde se realice la siembra, coordenadas, especie de árbol sembrado —que será nativo de la zona— y una carta con la fotografía del árbol sembrado.

Las fotos se actualizarán dos veces al año y el padrino podrá seguir en la plataforma de Saving The Amazon el proceso de crecimiento del árbol durante 3 años, en un mapa virtual. Este programa se hace en colaboración con la Fundación Casa de la Mujer del Vaupés y las personas que apadrinan recibirán una manilla hecha por una mujer cabeza de hogar.

“Todos los árboles los sembramos teniendo en cuenta las necesidades de las comunidades. Ellos escogen el territorio, la especie que funcione para su seguridad alimentaria y hacen la siembra”, dice el joven de 25 años Daniel Gutiérrez, cofundador de la ONG .