Cuando comer en exceso se convierte en un hábito, ¿qué factores influyen en esta adicción?
El trastorno por atracón es una condición que pone en riesgo a la población al aumentar los índices de sobrepeso y obesidad en el mundo.
Periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana. El sueño de ser médica lo cumplí haciendo periodismo de salud. También escribo sobre ciencia y de vez en cuando cultura.
Los seres humanos podemos caer en distintos tipos de adicciones. Están los que son adictos a los videojuegos o al trabajo, mientras que hay otras adicciones más notables como a las drogas alucinógenas o al alcohol. Hay otra conocida también que puede pasar desapercibida y es la adicción a la comida, que también puede ser llamada ingesta compulsiva o trastorno por atracón.
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Según la Mayo Clinic este es un trastorno desenfrenado en el que se consumen cantidades “extraordinariamente grandes” de alimentos y no es posible parar de comer.
Esta puede ser silenciosa y muchas veces, puede normalizarse. Sus síntomas son comer más de lo normal, compulsivamente y a deshoras. La persona puede tener muchos antojos, más que todo de alimentos altamente calóricos o azucarados, que en exceso afectan la salud.
Uno de los efectos más notables en esta adicción es la obesidad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde 1975 se ha casi triplicado en todo el mundo y en 2016, más de 1.900 millones de adultos de 18 o más años que tenían sobrepeso, más de 650 millones eran obesos, lo que los alertaba de otros riesgos a la salud como hipertensión arterial, diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas. Además de la imposibilidad de realizar actividades cotidianas, por la pérdida del movimiento y la fuerza.
Este problema no solo llegó a los adultos, pues también, en este año, la OMS reportó que 41 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso o eran obesos y más de 340 millones de niños y adolescentes entre cinco a diecinueve años, también eran obesos.
El perfil de una persona con adicción a la comida
Muchas de estas personas han crecido en ambientes obesogénicos ―entornos con influencia y fáciles oportunidades a las condiciones de vida en fomento de la obesidad― y es probable que en estos entornos sea más fácil adquirir una adicción a la comida, que también se relaciona con ansiedad o estrés.
Según la compañía Sura, los comportamientos alimenticios excesivos se detonan, generalmente, por los altos niveles de ansiedad y conflicto de tipo emocional.
“El alto consumo de dulce suele ser uno de los hábitos favoritos de nuestro sistema emocional, ya que a través de él buscamos saciar nuestras demandas afectivas, estados emocionales de profunda soledad, tristeza, decepción y frustración”, escribieron desde Sura.
Estas personas suelen comer en lugares aislados y privados, porque en la mayoría de ocasiones se sienten culpables por comer y no poder parar. Este trastorno podría estar relacionado con otros trastornos alimenticios como la anorexia, bulimia o vigorexia, en los que está presente la culpabilidad por la falta de autocontrol.
En el caso de la adicción a la comida, no se causa vómito, a diferencia de los otros trastornos.
Síntomas trastorno de atracón
Según Mayo Clinic, las personas con este trastorno son: comer cantidades inusualmente grandes de comida, sentir que la conducta alimenticia está fuera de control, comer cuando se está lleno o no ha sentido hambre, comer con rapidez durante los episodios por atracones, comer solo o a escondidas con frecuencia.
Además, también puede sentirse deprimido, enojado, avergonzado, culpable o molesto por sus malos hábitos.
Otras causas de la adicción a la comida
Aunque la cultura en la que se está inmerso es fundamental al momento de aprender nuestros hábitos alimenticios, hay otras razones por las que se podría desencadenar esta adicción.
Por ejemplo, puede ser la causa de desajustes hormonales como por ejemplo un exceso de dopamina en el cerebro. También está considerada la falta de nutrientes, la depresión, ansiedad, baja autoestima, insatisfacción de la vida en general.
Puede ser a causa de problemas personales, de pareja o de familia y también por familias inclinadas a malos hábitos alimenticios.
Por otro lado, también son susceptibles a caer en esta adicción las personas que no tienen una respuesta adecuada ante los conflictos y acuden a la comida como salida rápida de los problemas.
Tratamiento
Una alimentación balanceada y actividad física son claves para combatir la obesidad. Sin embargo, cuando hay un trastorno por atracón, además de esto, debe haber acompañamiento psicológico, y de ser el caso, psiquiátrico. Teniendo en cuenta las particularidades de cada paciente.
La consulta con un psicoterapeuta puede beneficiar ya que enseña a tener un mejor autocontrol de sus impulsos y a implementar estrategias que ayuden a no tener atracones.
Por otro lado, si esto se da porque no se ha solucionado un problema o es una persona que recibe mucho estrés o tiene ansiedad, la psicoterapia puede beneficiarlo y así dejará de comer por estas razones.
Lo más importante es que estas personas resignifiquen la comida, que puedan mantener vínculos sanos con la alimentación y busquen ayuda para no generar problemas a largo plazo.