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La satisfacción de cultivar los alimentos en casa

Tener un huerto en el hogar, además de práctico, es una experiencia bastante gratificante. Conozca sus beneficios.

26 de junio de 2020

Más que simplemente sembrar y conservar una serie de plantas, el tema de la agricultura urbana es muy potente. Detrás, hay casi que un manifiesto de autonomía y una reflexión sobre el cuidado propio y del medioambiente y por la procedencia y calidad de los alimentos que se consumen. Así lo describe Juan Pablo Martínez, uno de los socios fundadores de Epífita, empresa con más de diez años de experiencia en temas de arquitectura del paisaje, jardinería y diseño paisajístico en la ciudad.

La agricultura urbana implica cultivar en la ciudad y para hacerlo hay muchas alternativas como antejardines, solares o adaptaciones como cubiertas verdes, que en algunos casos pueden ser cultivables; mesas de siembra, recipientes o contenedores. Combinando, por ejemplo, plantas ornamentales y comestibles. “Cada vez es más común que no se cuente con ese suelo natural, entonces se opta por adaptar la vegetación a los espacios cotidianos de las edificaciones, como balcones y terrazas”, explica Martínez.

Miguel Santaella, gerente de Paqúa, empresa que ofrece servicios, productos y talleres alrededor del tema de la agricultura urbana, comenta que esta se extiende más allá de los hogares. A mayor escala, puede aplicarse en conjuntos residenciales, como un tema comunitario, que se ha probado en barrios bogotanos como Suba y Chapinero. También en colegios, universidades, hoteles y en el mundo hay ejemplos en restaurantes y mercados.

Paciencia y luz, las claves

Para una huerta, “el mejor cuidado es la paciencia y el cariño”, destaca Santaella. Así mismo, los expertos señalan que lo más complejo es germinar las semillas. Por eso, para quienes apenas debutan como cultivadores caseros, sugieren empezar por plántulas, es decir ya germinadas. Como requisito fundamental está la luz solar, pues a diferencia de las plantas de interior, las cultivables necesitan mucha iluminación para sus procesos de fotosíntesis. “Lo ideal es que tengan sol directo. Uno de los errores más frecuentes es tratar de poner plantas en situaciones que para ellas son forzadas, sin iluminación”, indica Martínez.

También es importante moderar la cantidad de agua y fertilizante. “El miedo a que se queden sin agua mata más plantas que la escasez. También el exceso de abono les puede quemar las raíces”, añade Santaella. Otra recomendación es hacer podas, es decir, retirar las hojas malas, alejar las plantas enfermas y prevenir plagas e infestaciones, con apoyo de productos.

Al momento de diseñarlas

Sobre si es mejor considerar la huerta desde el diseño de la vivienda o posteriormente, ambas opciones son válidas. Martínez advierte que es ideal planear previamente, pues así se determina el espacio idóneo, que efectivamente reciba luz solar, tenga red de abasto para riego y desagües cercanos. Pero que esas instalaciones no estén anteriormente, tampoco impide que se pueda instalar un huerto. Se puede recurrir a distintos mecanismos, como camas o mesas de siembra, hay opciones que se pueden cultivar en vertical, sobre muros, macetas o contenedores, según el caso.