Tendencias

Las diferencias entre sufrir de gripa o resfriado

28 de febrero de 2016

Es normal que cuando no nos sentimos bien, suframos de gripa o resfriado, aunque no siempre tenemos claro cuál de las dos patologías es la que nos está afectando.

Ambas son enfermedades contagiosas. Las dos se transmiten a través del contacto directo con las secreciones respiratorias de los pacientes afectados, sobre todo durante los primeros días.

Si bien guardan algunas similitudes, también hay diferencias en los síntomas. En este sentido, el doctor Fabio Massimo Chillotti, adjunto de Medicina Interna del Hospital Universitario HM Torrelodones (Madrid) y responsable de la Unidad de Cuidados Domiciliarios de este centro, apunta que en la gripe “la fiebre está presente en el 80% de los casos y dura entre tres y cuatro días, con una temperatura igual o superior a 38 grados. Otros síntomas son tos seca irritativa, dolores musculares, escalofríos, dolor de cabeza y malestar severo en el pecho”.

Los catarros o resfriados comunes “son un grupo heterogéneo de enfermedades causadas por numerosos tipos y cepas de virus, aunque los más frecuentes son los rinovirus y el coronavirus”.

Los virus causantes del catarro “producen la infección e inflamación del aparato respiratorio superior: nariz, garganta, tráquea, laringe, senos nasales y oído. La gripe, sin embargo, es una infección de las vías respiratorias causada por el virus “influenza””, detalla el especialista.

Del mismo modo, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) indica que el resfriado común “se contagia de persona a persona por contacto con las gotitas de la tos o estornudos y también a través de las manos”.

El facultativo aclara que cuando se tiene gripe, los síntomas como la fiebre y los dolores musculares aparecen de forma repentina. “En cambio, el dolor de garganta y la congestión nasal no son habituales”, agrega.

En el catarro, por el contrario, los síntomas aparecen en varios días. “El dolor de garganta y la congestión nasal son muy comunes. No es habitual tener fiebre, los dolores musculares son leves y la tos es con flemas. El catarro no suele provocar dolor de cabeza ni escalofríos y el malestar en el pecho es moderado”, señala.

¿Cuándo ir al médico?

El doctor Chillotti hace hincapié en la importancia de consultar con un médico:.

- Cuando hay alguna dificultad respiratoria.

- Si existe una expectoración (expulsión) de aspecto verdoso o sanguinolento.

- Cuando la fiebre dure más de cuatro días, o supere los 39,5 grados centígrados o bien los 39,3 grados si se trata de un niño menor de dos años.

- También deben ver a un médico los pacientes de riesgo, como niños pequeños, embarazadas, ancianos, personas con enfermedades de base pulmonar e inmunodeprimidos.

En el caso de la gripe, la mejor prevención es la vacuna. “La vacunación es especialmente importante en las personas que corren mayor riesgo de sufrir complicaciones con la gripe y en aquéllas que viven con pacientes de alto riesgo o que cuidan de ellos”, indica por su parte la Organización Mundial de la Salud.

Tanto la gripe como el resfriado están causadas por virus y, por lo tanto, los antibióticos no son eficaces. El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos subraya que “pueden matar a las bacterias, pero no sirven contra los virus”. Asimismo, la Academia Americana de Médicos de Familia advierte de que estos medicamentos “pueden causar más daño que beneficio si no se usan de la manera correcta”.

Cuando se tiene gripe o resfriado, fármacos como el paracetamol o el ibuprofeno pueden ayudar a disminuir la fiebre y mejorar los dolores musculares. No obstante, más allá del tratamiento que el médico prescriba cuando sea necesario, se pueden aliviar los síntomas siguiendo ciertas recomendaciones.