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Este libro explica la historia de las diferentes advocaciones marianas en Latinoamérica

María: reina y madre cuenta de manera sencilla las historias de las diferentes devociones marianas en el continente.

hace 5 horas

La periodista y politóloga Gabriela Sáenz Laverde acaba de publicar con Editorial Planeta el libro María: reina y madre, una obra pensada para acercar a los niños a la riqueza cultural y espiritual de América Latina a través de la figura de la Virgen María. En sus páginas se narran las historias de veinte advocaciones marianas, todas ligadas a la identidad, la historia y la espiritualidad de los pueblos latinoamericanos.

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Aunque su formación académica fue en ciencia política, Sáenz Laverde ha trabajado siempre en periodismo y comunicación. Su trayectoria incluye una maestría en Inglaterra, una práctica en BBC Mundo y su paso por distintos medios digitales y oficinas de comunicación en Colombia. Ahora se aventura en el campo de la literatura infantil con un proyecto que mezcla historia, religión y cultura popular.

“Yo tengo creencias católicas en la medida en que soy una persona nacida en Colombia, un país de mayoría católica”, reconoce la autora. Su relación con la fe no viene de una educación escolar particularmente religiosa, sino de la influencia de su madre, devota de la Virgen. Esa conexión se refleja en el libro, que presenta a María no como figura de castigo, sino como presencia de paz y sosiego.

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Para Sáenz Laverde, la Virgen atraviesa la cultura latinoamericana de manera profunda, siendo parte de las narraciones fundacionales de cada país. “La idea de las vírgenes latinoamericanas me llevó a mis lecturas de infancia, porque finalmente son historias que explican cómo se construye la identidad de cada nación”, explica.

El libro también aborda el sincretismo religioso, esa fusión de tradiciones indígenas, africanas y católicas que dio lugar a advocaciones únicas. La Virgen de Copacabana, en Bolivia, es un buen ejemplo: fue tallada por el indígena Tito Yupanqui y sus rasgos evocan las montañas andinas. En Paraguay, la Virgen guaraní se entrelaza con antiguas deidades locales. Cada historia, dice la autora, “responde a un pueblo concreto, a un contexto cultural y geográfico particular. La Virgen es también una mamá cósmica, una figura muy linda desde todas sus presentaciones”, señala Sáenz Laverde. La reportería incluyó largas jornadas en la Biblioteca Luis Ángel Arango de Bogotá y la revisión de una abundante bibliografía.

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El libro está acompañado por ilustraciones de Anggie Baquero, quien se inspiró en las banderas, flores y colores de cada país para dar vida a cada Virgen. “Ella logró un equilibrio entre el respeto a la imagen tradicional y un toque propio, con detalles que enriquecen la experiencia visual de los niños”, destaca la autora.

Entre las historias que más la sorprendieron está la de Nuestra Señora de los Ángeles, en Costa Rica, una talla de piedra encontrada por una joven mulata en un espacio segregado socialmente. La Virgen se convirtió entonces en símbolo de unidad. Otras anécdotas incluyen la Virgen del Carmen en Chile, vinculada a una princesa mapuche enamorada de un conquistador, o la Virgen de la Inmaculada Concepción del Viejo, regalo de Santa Teresa de Jesús a su hermano en Nicaragua.

Aunque Gabriela Sáenz no mantiene una devoción íntima con la Virgen, sí reconoce el poder de estas figuras para movilizar emociones y crear comunidad. Recuerda su visita al santuario de Guadalupe en México, donde la intensidad de la fe colectiva la conmovió hasta las lágrimas.

Hoy, su relación con las vírgenes es también una manera de acercarse a la historia latinoamericana. “Me gustaría viajar en clave de Virgen, conocer los santuarios, porque cada advocación cuenta la historia de un país. Es una forma de recorrer la región, como hay quienes lo hacen en clave de música o de gastronomía”, concluye.