Los tatuajes son arte que se lleva para siempre
Esta expresión artística más que una moda es una manera de recordar las etapas de la vida.
Periodista de educación y fanático de los videojuegos, los cómics, el rock y el cine.
Dicen que el humano más antiguo al que se le hayan encontrado tatuajes fue a Ötzi, una momia encontrada en el lugar que hoy son los alpes italianos, y que vivió hace 5.300 años.
Cerca de 60 líneas atravesaban su espalda así como sus articulaciones, muestra de que la humanidad ya habría encontrado en la piel el primer lienzo para expresar su arte.
Los tatuajes son considerados arte, tanto para los artistas que los realizan como para las personas que con orgullo llevan su obra por el mundo.
Y no se puede poner en duda la expresión artística de las imágenes que se plasman en el cuerpo, como lo asegura el tatuador Alejandro Páez, quien lleva 23 años en el oficio y es el organizador de Expotatuaje Medellín 2016.
“El solo hecho de que se cuestione si es o no arte es un error. Es un arte gráfico más complicado que el tradicional, pues si pintas en un lienzo y te equivocas puedes borrar o botarlo y conseguir otro, mientras que cuando lo hacemos en la piel no hay marcha atrás”, argumenta el artista.
Arte
La calidad, el esfuerzo y el estilo de un tatuaje debe respetarse como se hace con una obra hecha por los artistas plásticos. En ello concuerdan los tatuadores que aseguran que tanto las pinturas de Dalí y Picasso como sus creaciones son ideas originales que se proyectan en la epidermis, que se convierte en su lienzo.
“Con la diferencia que el cuadro se deja colgado en la sala o en un museo y el tatuaje viaja con vos”, manifiesta el tatuador Jonathan García de Steel and Silver.
Desde su perspectiva, el tatuador expone que llevar un tatuaje es cargar consigo la expresión estética de un artista.
Es manifestar sus emociones o los sentimientos de la persona que se tatuará en una imagen que durará toda la vida. Carlos Cardona, más conocido como “El Make” en el mundo del tatuaje de la ciudad, opina que se manejan técnicas de pintura como se hace en el óleo o la acuarela “solo que en nuestro caso la piel es nuestro lienzo”.
La formación
Ahora bien, si es posible hablar en el tatuaje de las técnicas de la pintura de las artes plásticas, hay que hablar de la formación de los tatuadores.
Los hay empíricos, personas que recibieron de un maestro tatuador toda la formación y como discípulos aprendieron de la experiencia y su capacidad innata para dibujar y pintar.
Los hay también quienes se formaron en diseño gráfico o artes plásticas y decidieron plasmar su arte en el brazo, la pierna o la espalda de un ser humano.
Sin embargo, y como lo indican los mismos artistas de la piel, no hay una carrera universitaria que enseñe a los jóvenes a tatuar y la mayoría aprendieron de ver al maestro hacer su trabajo o de ser autodidactas, es decir, leyendo, mirando, estudiando, dibujando, y pintando mucho.
Las historias de los inicios de estos artistas son diferentes en todos los casos. No se repiten experiencias, aunque el fin es el mismo: tatuar.
Tal es el caso de Jonathan, quien lleva ya siete años tatuando en Medellín. Asegura que su padrastro influyó en su dedicación al tatuaje, cuando observó sus dibujos y le dijo que le apostara a este mundo.
“Las ganas y el apoyo me llevaron a iniciarme en el oficio del tatuador. Ahora puedo decir que mis fortalezas son la técnica del realismo, el color, la sombra y las nuevas tendencias”.
Otro caso diferente es el que le contó a EL COLOMBIANO Eric Cebrián Schwarz, quien hace parte de los tatuadores que se reúnen en Expotatuaje Medellín 2016, evento que termina este domingo.
Con 20 años de experiencia, Eric tuvo influencia de sus padres: su papá orfebre y joyero y su mamá, quien tuvo en sus inicios formación en artes plásticas.
“Aquí en Medellín viví, cuando era niño, muy cerca de una tienda de tatuajes. Cuando decidí hacerme mi primer tatuaje en ese momento me entró la inquietud, la curiosidad por dibujar sobre la piel, la fascinación por hacerlo. Allí empezó la magia”, que sigue realizando en su tienda Funky Monkey.
Añade Eric que a pesar de llevar dos décadas en el negocio no deja de aprender. Admite que es un camino largo en el que siempre encuentra algo nuevo y va a todas las capacitaciones y talleres que lo ayudan a actualizarse. “Por eso es importante venir a convenciones como Expotatuaje a ver nuevas técnicas y tendencias”.
¿Y cómo fue el inicio de Alejandro, el organizador de Expotatuaje?
Su experiencia es de 23 años, que debe a la formación que recibió de su maestro Nelson García en Bogotá.
“Yo quise ser en un principio piloto, pero no fue posible, algo que en parte me frustró. Un día decidí hacerme un tatuaje sin saber que esa persona que me tatuaría se convertiría en mi maestro. Nos volvimos muy buenos amigos y en una ocasión, al verme algo desubicado en lo que quería hacer en la vida me dijo ‘yo veo que dibujas bien y tienes la actitud, ¿por qué no aprende a tatuar?’. Así me convertí en su aprendiz”, recuerda Alejandro.
Algunos consejos
Ahora bien, solicitando a los expertos consejos para no terminar con tatuajes que no se quieran o con personas sin escrúpulos que se hagan llamar tatuadores, pero que no lo sean, los artistas hablan de tener cuidado desde la salud como también recordar la tranquilidad de tener verdadero arte en la piel.
Lo primero es conocer la reputación del artista. Normalmente quien se tatúa da buenas referencias de la persona que lo hizo, que se convierte en un voz a voz del buen trabajo.
Segundo, mirar bien el estudio donde se hará el tatuaje.
“Debe ser estéril e higiénico. El tatuador también debe ser limpio”, explica Jonathan García.
Tercero, decidir bien cuál será la imagen que se tatuará, ya que esta será para mucho tiempo. No es solo pensar en que es bonito. Hay que revisar que sí vaya con lo que es la persona y con el estilo del artista que hará el trabajo.
“Yo tengo algo claro: tu piel es tu piel, de nadie más. No tomes una decisión porque alguien te dijo que tal imagen era bonita o porque un amigo dijo que este dibujo estaba de moda. Hágase caso a sí mismo, en lo que le nazca”, aconseja Eric Cebrián.
Por último recuerde: un tatuaje, más que una obra de arte o una imagen bonita, es una marca de la historia de su vida.