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Los vinos del país más pequeño y rico

Pese al escaso territorio de Luxemburgo, sus habitantes tienen uno de los consumos más altos en el mundo.

19 de marzo de 2016

Con 84 kilómetros de largo por 57 de ancho, 2.586 kilómetros cuadrados en total, Luxemburgo es el país más pequeño y rico de la Unión Europea (423.221 euros per cápita de riqueza por adulto), y también el último Gran Ducado del mundo.

Está gobernado por un jefe de estado con título de Gran Duque. Cuenta con una población de 90 mil habitantes y es necesario hablar francés, alemán y luxemburgués si desea vivir allí, aunque lo ideal es manejar por lo menos cinco idiomas.

Un conductor de bus gana cerca de cinco mil euros al mes y un doctor puede ser millonario. Todo se debe a que Luxemburgo valora mucho los trabajos que tienen responsabilidad social. Conducir por sus calles permite velocidades de hasta 130 kilómetros por hora, por esto tienen una alta accidentalidad y no se permiten las fotomultas.

En el pueblo de Schengen se firmó el tratado de la Unión Europea, dándole el nombre a la visa para entrar a los países que la integran.

Luxemburgo está dividido en cuatro comarcas; Mosela es la más importante a nivel vinícola, sin embargo a Colombia nos llegan vinos justamente de Schengen, de la bodega Bernard-Massard, fundada en 1921.

Un pequeño grupo de luxemburgueses y belgas apoyó a Jean Bernard-Massard en 1921 para que fundara esta bodega a orillas del río Mosela. Jean era un brillante enólogo que estudió en La Champagne y tenía en mente crear vinos espumantes de gran calidad para Luxemburgo.

Los socios belgas ayudaron de gran manera a Jean para que sus vinos se vendieran en Bélgica y de igual forma fueron exitosos en el mercado alemán.

Jean Bernard-Massard murió en 1937, pero la bodega ha sido dirigida por sus herederos hasta hoy.