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Mauro Echeverri correrá 12 horas seguidas en Medellín por la prevención del suicidio

Este 10 de septiembre, el ultramaratonista dedicará una jornada completa en Ciudad del Río para enviar un mensaje de esperanza en el Día Mundial de la Prevención del Suicidio.

hace 9 horas

Mauro Echeverri está convencido de que moverse puede salvar vidas. Por eso, este miércoles 10 de septiembre, en Medellín, correrá durante 12 horas seguidas en Ciudad del Río, desde las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde, como un gesto simbólico en el Día Mundial de la Prevención del Suicidio. Su propósito es claro: tender una mano a quienes sienten que están solos.

“Parce, aquí estoy yo. Usted se siente aburrido, ahogado, cansado, estresado, deprimido. Venga y corre conmigo así sea media horita. Y en uno o dos kilómetros que corramos, pues es mucho lo que podamos hablar”, invita el ultramaratonista en sus de sus redes sociales. Más allá del reto físico, el deportista quiere propiciar una conversación sobre salud mental.

La propuesta es sencilla, pero poderosa: cualquiera puede acercarse, trotar, caminar, dar un saludo o incluso solo compartir un poco de agua. “Si corriendo puedo darle una voz a esas personas que lo necesiten, lo voy a hacer con mucho cariño”, asegura.

Mauro también corre por una causa personal

Detrás de este reto hay una historia que explica por qué Mauro corre con tanta convicción. En 2021, su vida cambió para siempre: al día siguiente de nacer, su hijo Tomás falleció.

El dolor lo llevó a una depresión profunda, con pensamientos de acabar con todo. “Era un abismo increíble en el que yo pensaba en acabar con mi vida, pero todos los días salía a correr desde las 6 de la mañana y volvía en la noche. Junto al yoga y la ecología fui saliendo de ese momento tan oscuro”, recuerda.

Desde entonces, Mauro nunca corre solo. Lo acompaña un pequeño osito que lleva en su bolso. Ese objeto, cargado de simbolismo, surgió de una de las últimas memorias de Tomás: una pijamita de osito y un peluche blanco. Cuando aquel primer muñeco se perdió, la tristeza volvió con fuerza. Fue su hija, de 9 años, quien lo rescató del abismo al regalarle el osito que hoy lo acompaña siempre: “Me dijo: Papi, mira, para que vuelvas a correr y vuelvas a estar feliz”.

Ese gesto se convirtió en su motor. Desde entonces, el osito es símbolo de resistencia y esperanza en cada carrera. Y ahora, tras una nueva recaída por la pérdida reciente de un amigo cercano, Mauro quiere convertir esas 12 horas en un recordatorio también para sí mismo: “Este evento es como para decirme a mí mismo: vamos para adelante, salgamos de esto”.

Todos pueden correr con Mauro

Tal vez no logre correr sin pausa durante toda la jornada, y habrá momentos para caminar o trotar despacio. Pero, como dice él, lo importante es el movimiento: dar ese primer paso que puede significar tanto para alguien que siente que no tiene fuerzas.

Por eso insiste en que no se trata solo de correr. Se trata de acompañar. “Nos vemos el miércoles a las 6 de la mañana en este parquecito, para que corramos 12 horas pues”, dice Mauro, con la voz de quien sabe que la vida, como una maratón, se enfrenta un paso a la vez.

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