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Paraísos para el encuentro y la diversión

Los centros comerciales evolucionaron de ser típicos lugares de compra a sitios de encuentro y amplia oferta de servicios.

22 de octubre de 2021

A Sandra* le cambió la vida ir a esa clase de rumba en el centro comercial hace dos años. Había pasado por el frente varias veces, pero no se decidía a unirse.

Hasta que llegó el día. Confirmó en Instagram el horario de la clase, se puso la pinta deportiva, agarró termo y toalla, y se sumó a la diversión.

Esto es posible gracias a que los centros comerciales han puesto a disposición de las personas este tipo de espacios. Un ejemplo a la vista es el del Parque Comercial El Tesoro. “Nosotros lo concebimos como una pequeña ciudad, donde las personas puedan encontrar absolutamente todo”, explica Andrea González Ospina, directora de Mercadeo y Comunicaciones de esta gran superficie.

Además de tener marcas reconocidas, El Tesoro ha sumado servicios adicionales a los tradicionales de entidades financieras, supermercados y gimnasios. Agregó consultorios médicos, espacios para eventos, clases deportivas frecuentes, baby zone y muchos más, consolidando una oferta que brinda comodidad, seguridad y bienestar a sus visitantes.

Este ejemplo es aplicable a los demás centros comerciales. Algunos con más o menos alternativas, pero todos con un objetivo común, además de generar tráfico y poner a sonar la registradora: convertirse en punto de reunión para las familias.

Su majestad, el ocio

Hace poco más de dos décadas, los centros comerciales estaban concebidos con una oferta comercial atractiva alrededor de un almacén ancla, comúnmente un retailer o una tienda por departamentos.

Su evolución los ha llevado a ofrecer hoy, además de esto, servicios y atracciones con diversas posibilidades para sus visitantes. La idea es facilitarles hacer diligencias y engancharlos con opciones de entretenimiento y disfrute.

Así, encontramos centros comerciales que reúnen en un mismo espacio, puestos de coworking para atraer a los trabajadores itinerantes; clubes infantiles; oficinas de trámites de tránsito y pago de impuestos; notarías; ciclovía para niños; parqueaderos especiales para biciusuarios y personas con vehículos eléctricos; canchas sintéticas de fútbol, hasta hoteles y centros de convenciones.

Cuestión de experiencias

La escritora norteamericana, Maya Angelou, acuñó una frase contundente: “La gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo la hiciste sentir”.

Esta máxima refleja lo que persigue el marketing de experiencias, una carta que juegan los centros comerciales para atraer al público. Entonces, despertar sentimientos, sensaciones y emociones, en muchas ocasiones es más importante que tener el último celular o el último carro.

La experta en marketing, Dorancy González Rúa, confirma que lo que más valora un visitante es que lo hagan entusiasmar porque le hicieron pasar un momento memorable, más que por los productos que encuentra.

“Las personas quieren que se les cumplan ciertas expectativas que van más allá de las compras, y los centros comerciales lo han entendido. Por eso, tienen una completa oferta de esparcimiento, como talleres para niños, espacios para el deporte, entre otros, que genera mucho tráfico”.

Dorancy es Coordinadora de Mercado en La Receta, y explica que antes de abrir un restaurante en un centro comercial, analizan las actividades que realiza el centro comercial para atraer a los visitantes.

Queda claro que hoy, para ganar la preferencia de las personas, no es suficiente reunir a las mejores marcas u ofrecer grandes descuentos. La balanza, definitivamente, se inclina en favor de los centros comerciales que consigan incluir servicios diferenciales en su mezcla. Llevar a la realidad la promesa de reunir el mejor todo en uno del mercado

* Nombre ficticio.