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¿Por qué nos reímos cuando otra persona se cae?

Es una reacción natural que no tiene nada de insensible, y busca atacar la angustia con un sentimiento contrario para sentirse mejor.

Comunicador social y periodista. Actualmente redactor de los temas de la industria automotriz nacional y global. Y también explorando temáticas de estilo de vida y turismo.

27 de enero de 2016

Hace un año, el 25 de febrero, Madonna sufrió una caída sin consecuencias graves, mientras interpretaba la canción de cierre de la ceremonia de los premios británicos de música Brit; de inmediato el hecho generó varios memes y reacciones de burla en las redes sociales.

Pero no solo le pasa a Madonna. Por lo general, cuando una persona sufre una caída o cualquier accidente sin lesiones importantes, la primera reacción de quienes están a su alrededor es reír.

Y no es un ejemplo de deshumanización, ni mucho menos, se trata de un comportamiento que desde la sicología o la sociología tiene una explicación.

“Uno se ríe de aquello que más angustia le produce”, así explica el sicólogo César Sierra la reacción que se genera y que es una respuesta casi automática frente a esos hechos.

Igual sucede si el traspiés no es de otro, sino propio. “Así no nos riamos de nosotros mismos, pero esperamos de los demás una reacción de burla”, afirma Sierra.

Pero no solo es un comportamiento mediado por la psiquis de las personas. También tiene que ver con un proceso de formación y de la cultura hispanoamericana.

“Estamos inclinados al morbo. Somos voyeristas por naturaleza y el tema del señalamiento nos atrae casi por instinto”, comenta el sociólogo José Duarte y agrega que en otras latitudes sociales y culturales ese tipo de comportamiento se da de otra manera, son más solidarios y atentos, como en Estados Unidos, por ejemplo.

Claro que la reacción también depende de qué niveles de angustia puede manejar una persona, acota Sierra. Es posible que un incidente a alguien le genere preocupación por la sensación de peligro potencial y por eso lo transforma en risa, en tanto que el mismo hecho a otro no le crea lo mismo y no reacciona ante el incidente.

Bajados del pedestal

Las burlas son mayores cuando caen los famosos.

De manera inconsciente, explica César Sierra, las personas desean que estas celebridades sufran algún tipo de humillación sana, por eso cuando trastabillan o el viento deja en evidencia su falta de ropa interior, por ejemplo, las risas y burlas - ahora traducidas a memes en redes sociales- se viralizan.

Por esa misma razón, cuando gran parte del público mira las galas de entrega de premios está esperando que una celebridad se vaya de bruces para “sentir que ellos también son humanos”, puntualiza José Duarte.