Sabores para acompañar un buen tinto
Además de saber con qué maridarlo, al tinto hay que seguirlo llamando así: tinto.
Periodista de la Universidad de Antioquia. Interesado en temas de tecnología y cultura. Disfruto del cine y la música.
Tomarse un tinto o americano, como prefiera referirse a la bebida, es una costumbre que no debería perderse, sobre todo, en nuestro país que es productor y exportador de café. En eso coinciden Mauricio Nicholls, chef de la marca Carulla, y Luis Fernando Vélez, fundador de la marca Amor Perfecto.
Justo para mantener la tradición y fortalecer la cultura del café se realiza desde hoy, y hasta el domingo, la segunda edición de la feria Carulla es Café en el Parque Comercial El Tesoro.
Entre los propósitos del evento está que la gente aprenda sobre la bebida, a catarla, a prepararla y a maridarla, además de compartir en torno a ella y disfrutar de una buena taza. “No es otra cosa más que una feria destinada a la bebida”, dice Claudia Gutiérrez, directora de la feria.
¿Con qué maridar un tinto?
Si el tinto está bien hecho no necesita maridaje, porque tomarlo solo ya es suficiente, dice Luis Fernando Vélez. Sin embargo, si quiere tomarse uno y acompañarlo con algo (para algunos un ritual, para otros un antojo), esto recomiendan los conocedores:
1. Chocolate, maridaje ideal
El maridaje más recomendado es el chocolate. Luis Fernando sugiere comer el que se hace en Colombia, “hay unos especiales con una buena concentración de cacao donde no se encuentran notas amargas”.
“Cuando maridas con un chocolate, se mezcla el amargo del café, con el dulce del chocolate (e incluso el amargo del chocolate) y se produce un sabor a a moca”, comenta Claudia.
2. Almojábanas y buñuelos
Los productos de panadería también son excelentes acompañantes, en especial la almojábana, el pandeyuca, el pandequeso y el buñuelo. El chef Nicholls destaca que se pueden comer con un tinto a buena temperatura, es decir que no esté muy caliente, apenas para tomarlo.
Luis Fernando también los destaca, “siempre van con un buen café”.
3. Pasteles y galletas
Que la harina predomine, pero que también haya crema, por ejemplo con un cheescake, esa es una buena combinación.
Los pasteles de hojaldre, dice Claudia, también son un buen maridaje. Además las galletas, sobre todo las dulces, pues si se toma su tinto con una o varias galletas evita adicionarle azúcar a la bebida ya que con el dulce de estas puede ser suficiente.
Hay que llamarlo ¡tinto!
Si en España, Argentina, Chile, o para no ir tan lejos, Bogotá, pide un tinto en un restaurante, seguro creerán que se refiere a una copa de vino tinto, no al tinto (el café), o “tintico”, como también es llamada la bebida en Antioquia y otras regiones en Colombia.
En Bogotá le dicen americano, “tal vez sea una consecuencia de la entrada de multinacionales”, indica Mauricio Nicholls, chef de la marca Carulla.
No obstante, la invitación es a seguir llamándolo tinto, “a recuperar la dignidad del café (del grano) y de la bebida que produce”, señala Luis Fernando. Para él, como país cafetero, debemos plantearnos qué hacer con la palabra tinto que tiene una historia que empieza en el siglo XX (entre los años 30 y 40), pero que ahora otros prefieren denominarlo de una manera distinta.