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Santa Teresa tiene obra en Medellín

Son los Hermanos Misioneros de
la Caridad. Atienden ancianos.

Comunicador social y periodista. Actualmente redactor de los temas de la industria automotriz nacional y global. Y también explorando temáticas de estilo de vida y turismo.

05 de septiembre de 2016

De manera sencilla, trabajando en la atención de los 4 abuelitos que hoy conviven en el hogar que sostienen en el sector de Trece de Noviembre, en las lomas del nororiente de Medellín, y también velando por las necesidades de los indigentes que habitan en las calles de la ciudad; así celebraron los Hermanos Misioneros de la Caridad la llegada de su fundadora Teresa de Calcuta a los altares.

La religiosa, quien dedicó su vida a atender a los que ella misma identificaba como “los más pobres entre los pobres” fue declarada santa por el Papa Francisco en una ceremonia ayer en la Plaza de San Pedro, en El Vaticano, ante más de 100 mil personas.

“Para la madre Teresa, la misericordia fue la sal que dio sabor a su trabajo, fue la luz que brilló en la oscuridad de muchos que ya no tenían lágrimas que derramar por su pobreza y su sufrimiento”, dijo el Pontífice en la ceremonia.

El trabajo en Medellín

Desde hace cerca de 30 años los Hermanos Misioneros de la Caridad, la rama masculina de la obra de Santa Teresa de Calcuta, trabaja en Medellín.

Cuenta el hermano Henry Kulluc que los primeros integrantes de la comunidad arribaron a un sector del barrio Manrique, pero hace ya varios años se trasladaron a la zona de Trece de Noviembre, donde él trabaja hoy con otros compañeros de misión

Allí los 6 hermanos misioneros atienden a los ancianos sin hogar que viven de forma permanente en la casa. Sus necesidades de aseo, la alimentación, el vestuario y problemas de salud, son solucionados por ellos, que han llegado de Guatemala, India y Haití para trabajar en las comunidades más pobres.

Henry, por ejemplo, viene de la India, creció en el Estado de Jharkhand, a un día de viaje de Calcuta, ciudad en la que hizo el noviciado y tuvo oportunidad de conocer a la madre Teresa.

Cuando él iba a partir a su trabajo misional a América Latina, recibió de ella directamente varios consejos y palabras de aliento por el camino que iba a emprender. “Vayan a dar buen ejemplo a través de la obra”, cuenta Henry que fue una de las recomendaciones para el grupo que partía a difundir su mensaje evangelizador y su acción.

Pero no son solo los 4 adultos mayores los que reciben el beneficio del trabajo de los Hermanos Misioneros de la Caridad. También los habitantes de la calle tienen en ellos un consuelo, por lo menos temporal.

Viernes en la noche y sábados en la mañana, en los bajos del puente de San Diego, y en el viaducto del río Medellín, respectivamente, llevan tinto, colada, galletas, pan, a estas personas. Los escuchan y llevan el mensaje de caridad que es la base fundamental del trabajo que empezó Santa Teresa de Calcuta en 1950.