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Sense8, mentes que se conectan

Netflix estrena
la segunda temporada de esta serie de ciencia ficción. Entrevistamos a Alfonso Herrera y Miguel Silvestre, dos de sus protagonistas.

Egresado de la U.P.B. Periodista del Área de Investigaciones, especializado en temas de seguridad, crimen organizado y delincuencia local y transnacional.

05 de mayo de 2017

Imagine poder conectarse mentalmente con una persona que viva en otra parte del planeta, y compartir con ella las memorias, los sentimientos, talentos y frustraciones. ¿A quién escogería?

Esta posibilidad está plasmada en la trama de Sense8, la popular serie de ciencia ficción de Netflix, que hoy estrena su segunda temporada.

El proyecto fue creado por las hermanas Lana y Lilly Wachowski, quienes ya habían explotado el concepto de las mentes interconectadas con la trilogía de Matrix (1999-2003) y El atlas de las nubes (2012).

En Sense8, ocho personas de distintos orígenes (Alemania, Islandia, África, México, Corea del Sur, India y dos de EE.UU.) descubren que tienen la habilidad de conectarse mentalmente, lo que las convierte en una comunidad fraternal, que termina luchando contra una violenta organización clandestina que pretende arrebatarles ese don.

El éxito del show no solo está en su espectacular producción, que invierte cerca de 9 millones de dólares por capítulo, ni en sus gratos escenarios o secuencias de acción al estilo de Hollywood. Su verdadero poder yace en las temáticas, que explotan con sentido crítico varias de las polémicas más actuales de la sociedad, como la religión, las drogas, el crimen organizado y la diversidad sexual.

EL COLOMBIANO entrevistó en Miami, Estados Unidos, a dos miembros del elenco: el mexicano Alfonso Herrera y el español Miguel Ángel Silvestre. En la serie interpretan a una pareja de novios, compuesta por el profesor de artes Hernando de la Fuente (Alfonso) y el actor Lito Rodríguez (Miguel Ángel).

En la trama, Lito teme que su carrera actoral se vaya a pique si el público sabe de su homosexualidad. Al final de la primera temporada, su romance con Hernando es descubierto, generando una crisis en la vida de los personajes. En la segunda temporada veremos qué ocurre con ellos y los demás “sensates”.

¿Qué retos vienen para Lito, ahora que todos saben que es gay?

Miguel: “Le pasarán cosas buenas y malas. Buenas, porque cuando alguien puede vivir con libertad sus deseos, es más feliz, no va en contra de lo que siente; pero también pasarán cosas negativas, yo vengo de un país donde antes había represión con los Lgtbi, en la dictadura española, y todavía existe una gran represión. Mucha gente se sentirá identificada con lo que van a ver”.

En la primera temporada mucha gente se quedó en las anécdotas eróticas, pero la trama va más allá. ¿Cuál es el mensaje que este show quiere compartir?

Alfonso: “Hoy más que nunca necesitamos historias que enaltezcan y aplaudan la diversidad, y más por la coyuntura que estamos viviendo, cuando ideas bastante macabras se están gestando alrededor del mundo y en este país (EE.UU.), y creo que esta historia celebra la diversidad sin importar cuál sea tu género, raza o inclinación sexual. Esta historia es más que necesaria, planteando contrastes de las diferentes ciudades y culturas, y de cómo todos estamos interconectados”.

¿De qué forma se preparó en lo actoral para manejar las escenas de intimidad con otro hombre?

Alfonso: “De la misma forma en que puedes abordar cualquier otra escena, al final de cuentas son dos personas que se aman profundamente y nada más, con naturalidad, la bandera de esta serie es el amor, y hay que tratar de plasmar eso”.

Al principio se vio una relación muy cómica, pero luego fue evolucionando a algo más serio...

Miguel: “Lana (Wachowsky, la codirectora) me dijo que está cansada de que los personajes Lgtbi se cuenten en cine de una forma cliché y atormentada. Ella no quería contar el tormento, sino la celebración, y me dijo: ‘en algún momento te voy a pedir cosas que aunque no te suenen que son realidad, para mí es una manera de expresar mi arte, así que en algunos momentos que te parezcan muy serios, te pediré que lo hagas de forma cómica’. Ella no quiere ver más personajes torturados”.

En la serie usted es un actor que representa a otro actor, ¿disfruta esa situación?

Miguel: “Para mí es la parte más divertida, cuando tengo que hacer del actor que actúa. Lito no es un gran actor, es un actor de telenovela, es un poco sobreactuado. Me la paso muy bien haciendo las escenas donde Lito necesita ayudarles a ellos (los demás personajes) y lo hace actuando con intensidad, aunque sobreactuado”.

¿Creen que es posible una conexión con otras mentes como propone la serie, y con qué mente quisieran estar interconectados?

Alfonso: “Me gustaría saber qué está pensando Lionel Messi cuando tiene la pelota y está fuera del área, ¿qué es lo que hará? Adentrarme en esa cabeza por cinco segundos y ver cómo la va a resolver. Dicen que un crack requiere algunas milésimas de segundo para definir la jugada, decidir diez o siete jugadas; un jugador promedio hace tres y un crack hace siete. Yo comparto la hipótesis de esta serie, de alguna forma hay una responsabilidad en tus actos y cuando tú los haces repercute en tu alrededor”.

Miguel: “Quiero pensar que sí, y me encantaría conectarme con Meryl Streep, es brillante, estoy enamorado de ella. Con Philip Seymour Hoffman, Federico García Lorca y William Shakespeare. Y yo toda la vida he querido ser tenista, me gustaría conectarme con Rafael Nadal en la final de Rolland Garros, en un match point. Y ganarlo yo” . n

*Por invitación de Netflix.