La coherencia debería ser un valor inamovible de aquellas personas que se dedican al arte de la política. Pensar, y actuar de acuerdo a ello, tendría que ser una obligación, algo natural, que fluya sin problemas.
Y es que hacer política debería ser una vocación y no un escape o un medio para conseguir dinero. Así como alguien estudia cinco años para poder construir edificios o para dedicarse a llevar procesos penales, quien desee hacer de la política su profesión, debería cumplir con unos requisitos mínimos y no solo ser natural del país o tener cierta cantidad de años.
Ahora que se acercan las elecciones regionales, estamos siendo testigos de cualquier cantidad de situaciones que tienen que llamarnos la atención y llevarnos a la acción, porque...