En 1985 Medellín era la peor cloaca del país, en 1991 el matadero más grande del mundo, en 2002 vivió el mayor episodio de guerra urbana del continente en el siglo XXI. En los últimos 15 años la ciudad ha vivido un florecimiento que el politólogo estadounidense Francis Fukuyama no dudó en calificar de milagro (Fukuyama & Colby, 2011). Textualmente dijo “medio milagro”, pero milagro al fin y al cabo. La academia internacional forjó la expresión modelo Medellín y la ciudad se ha vuelto un objeto de estudio para administradores, políticos e investigadores.
A riesgo de simplificar puede decirse que el modelo Medellín está constituido por seis pilares: transporte masivo y multimodal, gestión fiscal y presupuestal responsables, inclusión social, urbanismo,...