Hildebrando nació y se crió en Betulia Antioquia, era un joven trabajador y avispado desde pequeño. Salía de la escuela y le ayudaba a don Domingo, su padre, en la fábrica de jabón de la familia.
Don Domingo era muy severo y exigente con Hildebrando y por cualquier motivo le alzaba la mano y los castigos físicos eran muy fuertes. Si lloraba, le aumentaba los golpes:
--Pa’ que no llorés como una niña. Pero si no se quejaba:
--¡Ah¡ ¿no te dolió? Tomá pues. Y te vas de la casa. ¡Que no te vuelva a ver!
Un día, a este joven de 16 años se le llenó la taza y le dijo a la mamá:
--Sáqueme el vestido nuevo que le voy a hacer un mandado a mi papá en Urrao. Fue al almacén de Bernardo y le dijo:
--Que a mi papá, por favor, le mande la plata del jabón de este...