Mauricio Armitage, alcalde de Cali, ordenó quitar el doctor y doctora a la hora de referirse a alguien. El mandatario caleño pidió “eliminar del lenguaje cotidiano las palabras doctor y doctora o cualquiera que detone jerarquía dentro de esa institución”. De esa forma, dejó de ser el doctor Armitage para ser simplemente Mauricio o Figurita, como le gusta que lo llamen. Sencillez, igualdad, ponerse al nivel de todos, sin más ni menos.
En el país del Sagrado Corazón todo el mundo puede ser doctor. Dicen los historiadores que esa tradición es probablemente un rezago del colonialismo español donde ensalzar a la persona con títulos y recontratítulos era un común denominador para mostrar finura. De ahí puede venir ese gustico irracional.
En algunos...