La tasa de cambio estuvo en niveles muy bajos, durante casi una década. Algunos decían que era tan baja, que se podía considerar una falla del mercado. No lo sé. Nadie lo sabe, pero lo que sí es cierto es que esa tasa de cambio, tan baja, fue la explicación –excusa, dirán algunos– del sector privado para no producir más. Su lógica era esta: Con un dólar tan barato (digamos, 1800 pesos por dólar) salía más barato traer, por ejemplo, tornillos del Asia, que hacerlos acá. Si bien esa argumentación podía tener algunas trampas, en general era correcta. Ahora bien, por estos días se tiene un dólares que ya no vale 1800 pesos, sino 3.200, y hasta un poco más.
El sector privado ya no puede seguir utilizando la argumentación arriba señalada, pues ahora...