El estruendoso fracaso del Partido Liberal de Colombia en las últimas elecciones no puede significar el fin de la influencia del pensamiento liberal en la sociedad, la política y el manejo del Estado.
El presidente Iván Duque triunfó con unas amplias mayorías conseguidas con el apoyo efectivo del senador Álvaro Uribe y con la alianza que se armó con Cambio Radical, la U, y los partidos Liberal y Conservador. Ahora bien, un gobierno que aspire a la consecución del bien común tiene dificultades desde su inicio cuando al establecer los fundamentos políticos para gobernar acepta sin condiciones la relación con las maquinarias electorales soportadas en el clientelismo y la corrupción. Si los grandes barones electorales, -Gaviria, Vargas Lleras, Roy...