Colombia ganó con la elección de Iván Duque como presidente. Hoy respiramos con tranquilidad. Su propuesta de unidad y concordia es indispensable para sanar a una nación tan herida por las corrientes de odio que pretendieron imponer los enemigos de la democracia.
Despidámonos de ese odio tan bien manejado y promovido por algunos seudointelectuales y supuestos líderes, con agendas contaminadas de trasnochado marxismo y fracasadas ideas del socialismo del siglo XXI.
Es tiempo de construir una Colombia nueva, donde todos quepamos, donde nadie se quede atrás, donde una vida digna sea el estándar y no la excepción. Esa es la propuesta de Duque, quien se propone gobernar de cara al futuro, no al pasado.
En su discurso de aceptación Duque destacó su voluntad...