Ganarse el calificativo de “loco como una cabra” es bastante azaroso y esta vez el apelativo de cabra loca se lo ganó Nicolás Maduro. Fue un amigo quien se lo dio: el expresidente uruguayo Pepe Mujica y lo que podría haber parecido un comentario fraterno de un viejo bonachón, terminó siendo una definición clara del personaje en mención.
Desde que inició en 1999 el despropósito del proyecto bolivariano, han sido muchos los momentos críticos por los que ha pasado la diezmada democracia de ese país. Al principio, al mando Hugo Chávez, esos momentos eran solventados y bien o mal, el tipo no se hundía. Incluso salía fortalecido y con más poder. Con Nicolás Maduro la cosa es distinta, porque su talante de cabra loca, como dijo Mujica, lo está llevando...