El primero de enero iniciaron su período los nuevos gobernadores y alcaldes elegidos en octubre del año anterior. Inicialmente debemos decir que más allá de las controversias derivadas de la elección y los normales enfrentamientos que se suscitan, debemos desearles la mejor de las suertes a todos y cada uno de ellos, porque si aciertan en sus políticas públicas y en la gestión de sus gobiernos, nos va a bien a todos los ciudadanos, de lo contrario, nos perjudicamos todos.
Dicho lo anterior, debemos anotar que se necesita realismo para valorar las posibilidades de la gestión que ellos adelanten. Primero debemos recordar que el mandato de cada gobernador o alcalde tiene unos límites que establecen la Constitución y la ley y por consiguiente no...