La forma como se gestionan las organizaciones hoy día ha cambiado de manera radical. Antes, las estructuras eran totalmente jerárquicas. Todo lo que decía el jefe se hacía a su manera, y la mayoría de los empleados se limitaban a seguir un determinado proceso donde la medición del resultado estaba sujeta al cumplimiento milimétrico de las instrucciones dadas. La estrategia, por lo general, era construida por un grupo directivo reducido que no consultaba al resto de la organización, y un poco el lema era: “los de arriba piensan y los de abajo operan”.
En un mundo exponencial donde los cambios se pueden dar de manera radical y la competencia surge de manera inesperada y con modelos de negocios totalmente diferentes en muchos casos, la realidad...