La democracia no consiste en realizar elecciones. Por supuesto, no hay democracia sin elecciones. Pero estas deben ser periódicas, con sufragio universal y voto secreto, competidas, limpias y transparentes, y con posibilidad real de alternancia en el poder. Las “elecciones” de Cuba, Nicaragua o Venezuela, por ejemplo, no son democráticas.
Sin embargo, no basta con hacer elecciones democráticas para que haya democracia. La democracia, la democracia de verdad, la democracia republicana, no las seudodemocracias populistas y socialistas, exige estado de derecho, que imperen la Constitución y la ley y no la voluntad del gobernante, que los funcionarios solo hagan aquello para lo que están previamente autorizados por la ley. El límite al poder del...