Una mezcla de impotencia y tristeza es lo que queda después de ver cómo le cortan a una señora mayor el agua durante una mañana de junio en Medellín. Todo empezó un martes después de feriado a eso de las 8 y 15 de la mañana cuando al lugar llegó un carro con hombres de Empresas Públicas de Medellín. Tocan la puerta de una casa y abre una señora que aparenta tener unos setenta años. Con lista en mano, uno de los hombres le anuncia a la mujer que en los segundos siguientes procederán a cortarle el agua y la energía. La señora llora y les pide que “no me corten el agua, vuelvan más tardecito”. Dice que una de sus hijas no pudo pagar antes porque fue festivo y pasaron el fin de semana en el hospital. Les suplica a los técnicos regresar en dos horas...