La división tradicional de la sociedad se ha clasificado comúnmente en tres sectores: en el primer sector se encuentran las empresas e industrias que generan valor económico, el segundo están conformado por las organizaciones públicas, y el tercer sector está compuesto por las entidades sociales sin ánimo de lucro. Sin embargo, actualmente de cara a los grandes retos sociales que enfrenta la población mundial contada en millones, y asumiendo las externalidades negativas a las que deben hacer frente las organizaciones sin ánimo de lucro que ponen en peligro su existencia, se habla de un cuarto sector o de economía con propósito.
Teniendo en cuenta esta arquitectura social, en los hombros de uno solo está la ubicación de la generación de ingreso,...