Quisiera analizar las conversaciones en curso entre Gobierno-Eln, más allá de la coyuntura de la visita del Papa Francisco, que sin duda puede estimular algunas decisiones y avances, pero que si no se consolidan, pueden ser flor de un día.
Un primer indicador es si se logra un cese bilateral del fuego y de hechos que afectan la sociedad, o por el contrario el Eln decreta un cese unilateral. Si es esto último lo que se impone, sin duda no es buen mensaje -más allá de que sea un alivio transitorio para algunos territorios-, porque indica que las delegaciones en la Mesa poco han avanzado en construir confianza y acercar posiciones y porque sería solo por unos días, una especie de ‘canto a la bandera’. Si hay cese bilateral temporal, que incluya...